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«Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.» (Juan‬ ‭16:33‬)

Jesús nos advirtió que en este mundo tendremos aflicción. Es inevitable porque todo está bajo la maldición del pecado. A veces esta aflicción proviene de la maldad de otros pecadores que nos odian, pero otras muchas veces esta aflicción es sencillamente una consecuencia del pecado que entró en el mundo por Adán. En cuanto a la maldad que experimentamos a mano de otros pecadores, tenemos que confiar que Dios nos ayudará y que un día los juzgará, pero la maldad o aflicción, como Jesús lo llama aquí, es un poco diferente. En vez de causarnos afán y malestar, esta maldad puede y debe llevarnos a confiar más en nuestro Salvador que vino precisamente para deshacer la maldad en todas sus manifestaciones. Como dijo Cristo, Él vino para vencer al mundo. Cuando aprendemos a confiar en Él, encontramos la paz que nos prometió aquí. En su victoria, nosotros podemos encontrar victoria. Pero esta victoria no nos libra de la aflicción de este mundo; más bien la victoria que Cristo promete aquí es llenarnos de paz en medio de la aflicción. Esta es la luz del seguidor de Cristo que llama la atención a los que viven en tinieblas para dirigir su atención hacia nuestro Padre celestial para que otros le glorifiquen como merece (Mateo 5:21).

Que dejemos que la luz de su paz brille en nuestras vidas hoy en medio de la aflicción de este mundo para que Dios sea exaltado por nuestro testimonio. (David Bell)
«Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.» (Juan‬ ‭16:33‬) Jesús nos advirtió que en este mundo tendremos aflicción. Es inevitable porque todo está bajo la maldición del pecado. A veces esta aflicción proviene de la maldad de otros pecadores que nos odian, pero otras muchas veces esta aflicción es sencillamente una consecuencia del pecado que entró en el mundo por Adán. En cuanto a la maldad que experimentamos a mano de otros pecadores, tenemos que confiar que Dios nos ayudará y que un día los juzgará, pero la maldad o aflicción, como Jesús lo llama aquí, es un poco diferente. En vez de causarnos afán y malestar, esta maldad puede y debe llevarnos a confiar más en nuestro Salvador que vino precisamente para deshacer la maldad en todas sus manifestaciones. Como dijo Cristo, Él vino para vencer al mundo. Cuando aprendemos a confiar en Él, encontramos la paz que nos prometió aquí. En su victoria, nosotros podemos encontrar victoria. Pero esta victoria no nos libra de la aflicción de este mundo; más bien la victoria que Cristo promete aquí es llenarnos de paz en medio de la aflicción. Esta es la luz del seguidor de Cristo que llama la atención a los que viven en tinieblas para dirigir su atención hacia nuestro Padre celestial para que otros le glorifiquen como merece (Mateo 5:21). Que dejemos que la luz de su paz brille en nuestras vidas hoy en medio de la aflicción de este mundo para que Dios sea exaltado por nuestro testimonio. (David Bell) read more read less

3 years ago #aflicción, #bell, #biblia, #david, #devocional, #juan, #paz