00:00
02:30
«Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte;» (Romanos 7:10).

El primer mandamiento que encontramos en la Biblia ocurrió en Edén. Dijo Dios a Adán: «De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás» (Génesis 2:16b-17). El propósito de este mandamiento no fue otro de preservar la vida de Adán y de su futura esposa. En Sinaí Dios vuelve a usar el mismo tipo de lenguaje para el pueblo de Israel. Dios dio los díez mandamientos como condiciones de un pacto de vida: «guardaréis mis estatutos y mis ordenanzas, los cuales haciendo el hombre, vivirá en ellos. Yo Jehová» (Levítico 18:5). Desafortunadamente ninguna persona cumple el pacto de Dios y por lo tanto el resultado de la Ley es muerte en vez de vida. Así ha sido desde Edén. Pero luego vino Jesús, la primera persona para vivir en este mundo que ha cumplido perfectamente las condiciones del pacto con Dios. Por primera vez, una persona merecía la vida, una relación perfecta con Dios. No obstante, sufrió la muerte espiritual, la separación del Padre mientras colgaba en una cruz. Eso lo hizo como sustituto de la humanidad, para que los que merecemos la muerte podamos gozar de vida por medio de la fe en su sacrificio.

Recordemos hoy que hemos recibido vida (una relación con Dios) cuando merecíamos morir (estar separados eternamente de Dios). Por eso nuestra vida no nos pertenece. Vivamos este día para agradar y glorificar al que nos compró por su sangre. (David Bell)
«Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte;» (Romanos 7:10). El primer mandamiento que encontramos en la Biblia ocurrió en Edén. Dijo Dios a Adán: «De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás» (Génesis 2:16b-17). El propósito de este mandamiento no fue otro de preservar la vida de Adán y de su futura esposa. En Sinaí Dios vuelve a usar el mismo tipo de lenguaje para el pueblo de Israel. Dios dio los díez mandamientos como condiciones de un pacto de vida: «guardaréis mis estatutos y mis ordenanzas, los cuales haciendo el hombre, vivirá en ellos. Yo Jehová» (Levítico 18:5). Desafortunadamente ninguna persona cumple el pacto de Dios y por lo tanto el resultado de la Ley es muerte en vez de vida. Así ha sido desde Edén. Pero luego vino Jesús, la primera persona para vivir en este mundo que ha cumplido perfectamente las condiciones del pacto con Dios. Por primera vez, una persona merecía la vida, una relación perfecta con Dios. No obstante, sufrió la muerte espiritual, la separación del Padre mientras colgaba en una cruz. Eso lo hizo como sustituto de la humanidad, para que los que merecemos la muerte podamos gozar de vida por medio de la fe en su sacrificio. Recordemos hoy que hemos recibido vida (una relación con Dios) cuando merecíamos morir (estar separados eternamente de Dios). Por eso nuestra vida no nos pertenece. Vivamos este día para agradar y glorificar al que nos compró por su sangre. (David Bell) read more read less

3 years ago #bell, #biblia, #david, #devocional, #evangelio, #romanos