00:00
02:30
«Barac le respondió: Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré.» (Jueces 4:8)

Dios llamó a Barac a libertar a su pueblo de la mano de sus enemigos, pero Barac parece dudar. Incluso cuando Dios envió a la juez Débora para recordarle, Barac resiste. Al final dijo que no iría si no fuera Débora con él. Esta historia me recuerda de la ocasión en que Moises quería depender de su suegro para guiar al pueblo en el desierto (Números 10:29) cuando la presencia de Dios en la nube les estaba guiando la congregación del pueblo cada día. Tristemente, nos es demasiado fácil depender de otra persona o de nosotros mismos en vez de descansar en nuestro Dios. Lo único que tendría que haber preocupado a Barac era si Dios, no Débora, iba a estar con él en la batalla. Tal como había dicho Moisés en otro momento del éxodo: «Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.» (Éxodo 33:15) Al final, Débora prometió acompañarle y Barac fue a la guerra contra Sísera. No obstante, según el relato, Débora no hizo nada en esa batalla, pero ¡Dios sí actuó! Dios le dio la victoria sobre sus enemigos con sus poderosos carros de hierro. La presencia de Dios era lo único que necesitaba Barac para tener victoria en la batalla, y es lo único que necesitamos tú y yo para tener victoria en nuestra vida espiritual también.

¿Qué es lo que quiere Dios que hagas hoy? Si sabes que Él desea algo de ti, no temas. Su presencia contigo es más que suficiente. (David Bell)
«Barac le respondió: Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré.» (Jueces 4:8) Dios llamó a Barac a libertar a su pueblo de la mano de sus enemigos, pero Barac parece dudar. Incluso cuando Dios envió a la juez Débora para recordarle, Barac resiste. Al final dijo que no iría si no fuera Débora con él. Esta historia me recuerda de la ocasión en que Moises quería depender de su suegro para guiar al pueblo en el desierto (Números 10:29) cuando la presencia de Dios en la nube les estaba guiando la congregación del pueblo cada día. Tristemente, nos es demasiado fácil depender de otra persona o de nosotros mismos en vez de descansar en nuestro Dios. Lo único que tendría que haber preocupado a Barac era si Dios, no Débora, iba a estar con él en la batalla. Tal como había dicho Moisés en otro momento del éxodo: «Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.» (Éxodo 33:15) Al final, Débora prometió acompañarle y Barac fue a la guerra contra Sísera. No obstante, según el relato, Débora no hizo nada en esa batalla, pero ¡Dios sí actuó! Dios le dio la victoria sobre sus enemigos con sus poderosos carros de hierro. La presencia de Dios era lo único que necesitaba Barac para tener victoria en la batalla, y es lo único que necesitamos tú y yo para tener victoria en nuestra vida espiritual también. ¿Qué es lo que quiere Dios que hagas hoy? Si sabes que Él desea algo de ti, no temas. Su presencia contigo es más que suficiente. (David Bell) read more read less

2 years ago #bell, #biblia, #david, #devocional, #jueces, #victoria