00:00
02:30
«Sea bueno, sea malo, a la voz de Jehová nuestro Dios al cual te enviamos, obedeceremos, para que obedeciendo a la voz de Jehová nuestro Dios nos vaya bien.» (Jeremías 42:6)

Después de la caída de Jerusalén en manos de Nabucodonosor, los nuevos lideres de la ciudad vinieron al profeta Jeremías prometiendo que iban a obedecer la voluntad de Dios. Decían que querían obedecer a Dios sí o sí. Decían que estaban dispuestos a obedecer tanto si lo que Dios les decía les parecía una cosa mala o una cosa buena. Se comprometieron incondicionalmente a obedecer a Dios. Tristemente cuando vino el mensaje de Dios unos días después, acusaron al profeta de mentir y con este pretexto, incumplieron su promesa. Desobedecieron la voluntad de Dios y bajaron a Egipto. No obstante, la primera actitud que expresaron debe ser la mentalidad del seguidor de Cristo: debemos estar dispuestos a obedecer a Dios, incluso aunque no nos guste o no lo entendamos. Es muy fácil engañarnos a nosotros mismos, diciendo que obedeceremos a Dios cuando realmente sólo obedecemos cuando nos gusta o nos parece lógico. Si sólo obedecemos cuando nos gusta, realmente no es una obediencia genuina. Satanás nos querría hacer nos pensar que es peligroso someternos a Dios incondicionalmente. Pero Dios no abusa de sus hijos como si tuviera que aprovecharse de ellos para conseguir algún beneficio.

La voluntad de Dios es al final para su gloria pero también para nuestro bien. Así que podemos someternos bajo la poderosa mano de Dios porque Él nos exaltará en su tiempo (1Pedro 5:6). (David Bell)
«Sea bueno, sea malo, a la voz de Jehová nuestro Dios al cual te enviamos, obedeceremos, para que obedeciendo a la voz de Jehová nuestro Dios nos vaya bien.» (Jeremías 42:6) Después de la caída de Jerusalén en manos de Nabucodonosor, los nuevos lideres de la ciudad vinieron al profeta Jeremías prometiendo que iban a obedecer la voluntad de Dios. Decían que querían obedecer a Dios sí o sí. Decían que estaban dispuestos a obedecer tanto si lo que Dios les decía les parecía una cosa mala o una cosa buena. Se comprometieron incondicionalmente a obedecer a Dios. Tristemente cuando vino el mensaje de Dios unos días después, acusaron al profeta de mentir y con este pretexto, incumplieron su promesa. Desobedecieron la voluntad de Dios y bajaron a Egipto. No obstante, la primera actitud que expresaron debe ser la mentalidad del seguidor de Cristo: debemos estar dispuestos a obedecer a Dios, incluso aunque no nos guste o no lo entendamos. Es muy fácil engañarnos a nosotros mismos, diciendo que obedeceremos a Dios cuando realmente sólo obedecemos cuando nos gusta o nos parece lógico. Si sólo obedecemos cuando nos gusta, realmente no es una obediencia genuina. Satanás nos querría hacer nos pensar que es peligroso someternos a Dios incondicionalmente. Pero Dios no abusa de sus hijos como si tuviera que aprovecharse de ellos para conseguir algún beneficio. La voluntad de Dios es al final para su gloria pero también para nuestro bien. Así que podemos someternos bajo la poderosa mano de Dios porque Él nos exaltará en su tiempo (1Pedro 5:6). (David Bell) read more read less

about 1 year ago #bell, #biblia, #david, #devocional, #jeremias, #obediencia, #sumisión