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Cuando acabamos de leer los libros de poesía en el Antiguo Testamento, llegamos a la sección profética de la Biblia. Está dividida entre los profetas mayores y los profetas menores. Esta denominación no se debe a la importancia de los profetas ni a la de su mensaje. Más bien se refiere a la extensión del libro. Así, Isaías, Jeremías (junto a este encontramos el libro de Lamentaciones del mismo autor) Ezequiel y Daniel son los profetas mayores, y los profetas menores son los 12 libros que les siguen: Oseas, Joel, Amós Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Hageo, Sofonías, Zacarías y Malaquías.

En los libros proféticos que podemos leer en la Biblia volveremos a ver períodos históricos del pueblo de Israel, pero esta vez enfocándonos en los mensajes que Dios dio a Su pueblo. Veremos profecías de castigo para aquellos que insistían en rebelarse contra Dios, mensajes de bendición para los que confiaran y obedecieran a Dios, y en todo momento, mensajes de esperanza basados en la redención que el Mesías traería a toda la humanidad.

Si el papel de los sacerdotes era representar a los hombres delante de Dios, el papel de los profetas era representar a Dios delante de los hombres. Como representantes de Dios, los profetas anunciaban el mensaje de Dios a los hombres. Vemos esta relación tipificada en Moisés y Aarón. Ya que Moisés se quejó que no sabía hablar, Dios le dio a su hermano, Aarón, como “profeta”. Según Éxodo 7:1, Dios hablaba a Moisés, y Moisés transmitía el mensaje a su hermano, el cual anunciaba el mensaje al pueblo.

Dios utilizó a los profetas para comunicar al pueblo Su mensaje, y para anunciar al Mesías, hasta que este vino. Hebreos 1:1-4 nos dice: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.”

Como vemos aquí, los profetas hablaron “muchas veces y de muchas maneras”. Desde los tiempos de Moisés, Dios había apartado a hombres y mujeres para el ministerio profético para anunciar su mensaje al pueblo. Muchos de sus nombres son conocidos, como el personaje de Débora, Samuel, Natán, Elías o Eliseo. Otras veces sabemos poco más del profeta que su nombre (Gad, Ahías, Jehú, Hulda), y a veces ni sabemos el nombre del profeta. No sólo hablaba Dios muchas veces por los profetas sino también de muchas maneras. A veces Dios hablaba por medio de sueños y visiones. Otras veces el mensaje vino en forma escrita, como en el caso de los 4 profetas mayores y los 12 menores.

Algunos querrían ver el ministerio de los profetas todavía hoy en día. Hay quien dice tener el don de poder profetizar en nombre de Dios, pero si volvemos a Hebreos 1, encontramos que el ministerio de los profetas conducía a la persona de Jesucristo, la revelación perfecta del mensaje de Dios. Moisés en Deuteronomio 18 había profetizado de la persona de Jesucristo: “Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis“ (18:15-18).

Los profetas del AT que anunciaban el mensaje de Dios al pueblo nos hablan de Cristo que vino para revelar la voluntad del Padre, anunciando el reino de los cielos.

Mas según 2 Timoteo 3:16, Dios en su Palabra nos ha dicho todo lo que necesitamos saber para conocerle por la fe y crecer en santidad por su Espíritu.

Dios ya no habla por medio de sueños ni visiones. Ahora tenemos la Palabra de Dios escrita y preservada, disponible en más idiomas que cualquier otro libro en la historia. No necesitamos que Dios se manifieste en visión, porque ya se ha manifestado en la persona de Cristo, nos ha enviado Su Espíritu Santo para guiarnos después de nuestra salvación, y nos ha dado la guía de la Palabra Escrita de Dios.

Hoy hacemos bien en escuchar y obedecer la Palabra completa de Dios, porque este es el mensaje que Dios nos ha dado.
Cuando acabamos de leer los libros de poesía en el Antiguo Testamento, llegamos a la sección profética de la Biblia. Está dividida entre los profetas mayores y los profetas menores. Esta denominación no se debe a la importancia de los profetas ni a la de su mensaje. Más bien se refiere a la extensión del libro. Así, Isaías, Jeremías (junto a este encontramos el libro de Lamentaciones del mismo autor) Ezequiel y Daniel son los profetas mayores, y los profetas menores son los 12 libros que les siguen: Oseas, Joel, Amós Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Hageo, Sofonías, Zacarías y Malaquías. En los libros proféticos que podemos leer en la Biblia volveremos a ver períodos históricos del pueblo de Israel, pero esta vez enfocándonos en los mensajes que Dios dio a Su pueblo. Veremos profecías de castigo para aquellos que insistían en rebelarse contra Dios, mensajes de bendición para los que confiaran y obedecieran a Dios, y en todo momento, mensajes de esperanza basados en la redención que el Mesías traería a toda la humanidad. Si el papel de los sacerdotes era representar a los hombres delante de Dios, el papel de los profetas era representar a Dios delante de los hombres. Como representantes de Dios, los profetas anunciaban el mensaje de Dios a los hombres. Vemos esta relación tipificada en Moisés y Aarón. Ya que Moisés se quejó que no sabía hablar, Dios le dio a su hermano, Aarón, como “profeta”. Según Éxodo 7:1, Dios hablaba a Moisés, y Moisés transmitía el mensaje a su hermano, el cual anunciaba el mensaje al pueblo. Dios utilizó a los profetas para comunicar al pueblo Su mensaje, y para anunciar al Mesías, hasta que este vino. Hebreos 1:1-4 nos dice: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.” Como vemos aquí, los profetas hablaron “muchas veces y de muchas maneras”. Desde los tiempos de Moisés, Dios había apartado a hombres y mujeres para el ministerio profético para anunciar su mensaje al pueblo. Muchos de sus nombres son conocidos, como el personaje de Débora, Samuel, Natán, Elías o Eliseo. Otras veces sabemos poco más del profeta que su nombre (Gad, Ahías, Jehú, Hulda), y a veces ni sabemos el nombre del profeta. No sólo hablaba Dios muchas veces por los profetas sino también de muchas maneras. A veces Dios hablaba por medio de sueños y visiones. Otras veces el mensaje vino en forma escrita, como en el caso de los 4 profetas mayores y los 12 menores. Algunos querrían ver el ministerio de los profetas todavía hoy en día. Hay quien dice tener el don de poder profetizar en nombre de Dios, pero si volvemos a Hebreos 1, encontramos que el ministerio de los profetas conducía a la persona de Jesucristo, la revelación perfecta del mensaje de Dios. Moisés en Deuteronomio 18 había profetizado de la persona de Jesucristo: “Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis“ (18:15-18). Los profetas del AT que anunciaban el mensaje de Dios al pueblo nos hablan de Cristo que vino para revelar la voluntad del Padre, anunciando el reino de los cielos. Mas según 2 Timoteo 3:16, Dios en su Palabra nos ha dicho todo lo que necesitamos saber para conocerle por la fe y crecer en santidad por su Espíritu. Dios ya no habla por medio de sueños ni visiones. Ahora tenemos la Palabra de Dios escrita y preservada, disponible en más idiomas que cualquier otro libro en la historia. No necesitamos que Dios se manifieste en visión, porque ya se ha manifestado en la persona de Cristo, nos ha enviado Su Espíritu Santo para guiarnos después de nuestra salvación, y nos ha dado la guía de la Palabra Escrita de Dios. Hoy hacemos bien en escuchar y obedecer la Palabra completa de Dios, porque este es el mensaje que Dios nos ha dado. read more read less

9 months ago #biblia, #cristo, #dios, #isaías, #jesús, #mensaje, #moisés, #palabra, #profetas, #representante, #sueños, #visiones, #ángeles