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¿Te has preguntado alguna vez porqué llamamos a las dos secciones principales de la Biblia los Testamentos? ¿A qué crees que se refiere? No son testamentos como el uso que nosotros le damos a este término hoy en dIa. No es una última voluntad, como solemos nosotros entender cuando oímos la palabra “testamento”.

La palabra utilizada se puede traducir como testamento o como pacto. Así que si pensamos más bien en el significado de pacto, entendemos mejor lo que estas dos secciones comparten con nosotras.

En primer lugar, el antiguo testamento nos presenta el pacto que Dios hizo con la nación judía. Como hemos podido contemplar, el dador del pacto es fiel, por lo que el pacto era firme. Si hubiera dependido de una fidelidad de parte de ambos lados, el pacto habría sido pronto invalidado; sin embargo, cuando Abraham aceptó el pacto con Dios, este pacto fue consolidado para la eternidad. Ese pacto fue ratificado con Moisés, confirmado con la simiente de David y claramente cumplido en Cristo, el Mesías.

Cuando el Mesías vino a la Tierra, no solo mostró que el pacto de Dios con Israel era, sin duda, fiel y seguro, sino que nos presentó un Nuevo Pacto, un pacto profetizado por Jeremías y Ezequiel que se extiende a cada persona que acepte entrar en una relación eterna con Dios a través de Cristo.

La epístola de los Hebreos, en el capítulo 9 contrasta el Pacto Antiguo y el Pacto Nuevo, mostrando que mientras el pacto del antiguo Testamento era temporal y nacional, el Nuevo Pacto en Cristo es eterno y universal.

El Nuevo Testamento nos presenta el nuevo pacto de Dios, por el cual todo aquel que cree en Cristo como Salvador del mundo, aquel que vino para salvarnos de nuestros pecados, tiene la promesa de vida eterna en Él.

En los primeros 17 versículos del primer capítulo de Mateo se nos presenta la genealogía de Jesús. Mateo 1:17 resume:

“De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce.”

Encontramos también una genealogía inversa en Lucas 3:23-28, yendo desde Jesús nacido en Belén hasta el comienzo de la historia de la humanidad, para mostrarnos que Jesús, aunque 100 por cien Dios, era también 100% hombre. Esto hace de Jesús el único capaz de reconciliar a la humanidad con Dios, y para ello vino a la Tierra.

El Nuevo Testamento nos ofrece el cumplimiento del Antiguo Pacto extendido a toda la humanidad. Los cuatro evangelios nos presentan la vida de Jesús aquí el la Tierra. Y podremos leer a través de cuatro de sus discípulos y de la mano divina de Dios la vida del Mesías, su nacimiento, ministerio y sacrificio en la cruz, acabando con su resurrección y ascensión a la diestra del Padre.

Que Dios te colme de bendiciones a través de Su Palabra, para que conozcas mejor al autor de la Salvación.
¿Te has preguntado alguna vez porqué llamamos a las dos secciones principales de la Biblia los Testamentos? ¿A qué crees que se refiere? No son testamentos como el uso que nosotros le damos a este término hoy en dIa. No es una última voluntad, como solemos nosotros entender cuando oímos la palabra “testamento”. La palabra utilizada se puede traducir como testamento o como pacto. Así que si pensamos más bien en el significado de pacto, entendemos mejor lo que estas dos secciones comparten con nosotras. En primer lugar, el antiguo testamento nos presenta el pacto que Dios hizo con la nación judía. Como hemos podido contemplar, el dador del pacto es fiel, por lo que el pacto era firme. Si hubiera dependido de una fidelidad de parte de ambos lados, el pacto habría sido pronto invalidado; sin embargo, cuando Abraham aceptó el pacto con Dios, este pacto fue consolidado para la eternidad. Ese pacto fue ratificado con Moisés, confirmado con la simiente de David y claramente cumplido en Cristo, el Mesías. Cuando el Mesías vino a la Tierra, no solo mostró que el pacto de Dios con Israel era, sin duda, fiel y seguro, sino que nos presentó un Nuevo Pacto, un pacto profetizado por Jeremías y Ezequiel que se extiende a cada persona que acepte entrar en una relación eterna con Dios a través de Cristo. La epístola de los Hebreos, en el capítulo 9 contrasta el Pacto Antiguo y el Pacto Nuevo, mostrando que mientras el pacto del antiguo Testamento era temporal y nacional, el Nuevo Pacto en Cristo es eterno y universal. El Nuevo Testamento nos presenta el nuevo pacto de Dios, por el cual todo aquel que cree en Cristo como Salvador del mundo, aquel que vino para salvarnos de nuestros pecados, tiene la promesa de vida eterna en Él. En los primeros 17 versículos del primer capítulo de Mateo se nos presenta la genealogía de Jesús. Mateo 1:17 resume: “De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce.” Encontramos también una genealogía inversa en Lucas 3:23-28, yendo desde Jesús nacido en Belén hasta el comienzo de la historia de la humanidad, para mostrarnos que Jesús, aunque 100 por cien Dios, era también 100% hombre. Esto hace de Jesús el único capaz de reconciliar a la humanidad con Dios, y para ello vino a la Tierra. El Nuevo Testamento nos ofrece el cumplimiento del Antiguo Pacto extendido a toda la humanidad. Los cuatro evangelios nos presentan la vida de Jesús aquí el la Tierra. Y podremos leer a través de cuatro de sus discípulos y de la mano divina de Dios la vida del Mesías, su nacimiento, ministerio y sacrificio en la cruz, acabando con su resurrección y ascensión a la diestra del Padre. Que Dios te colme de bendiciones a través de Su Palabra, para que conozcas mejor al autor de la Salvación. read more read less

3 months ago #abraham, #cristo, #duradero, #eterno, #evangelio, #fidelidad, #fiel, #juan, #lucas, #marcos, #mateo, #moisés, #nacional, #nuevo, #pacto, #pactos, #temporal, #testamentos, #universal