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¿Quién es el Cristo?

Las epistolas nos describen la deidad de Cristo de una manera espectacular. Si en algún momento te has preguntado o te han preguntado quién es Jesucristo, la carta a los Filipenses te lo describe de manera concisa y precisa y Colosenses también nos habla claramente de su deidad. 

Jesús no fue tan solo un buen hombre que vivió hace unos dos mil años, que ayudaba a los necesitados y denunciaba las injusticias sociales, como algunos lo describirían. Si vamos a aceptar la figura de Jesús, la cual está científicamente probada, debemos aceptarlo como la Palabra de Dios lo presenta. Alguien ha dicho que si no aceptamos que Jesús murió en la cruz y resucitó al tercer día, como él mismo afirma, entonces no podemos considerarlo un buen hombre, porque sería un mentiroso engañador. 

La Biblia presenta a Jesucristo como el Mesías, un título que significa “el ungido”. Como el Ungido de Dios, Jesús es la prometida simiente de Abraham que sería para bendición de todas las familias de la tierra. Las escrituras se refieren a él también como Hijo de Dios, hijo de Hombre, el Salvador, el Cristo, Emanuel (Dios con nosotros), o Logos (el Verbo). 

Jesucristo es enteramente Dios y enteramente hombre. Por este motivo es el único que puede ser el Mediador entre Dios y los hombres. Cuando vivió en la Tierra, tuvo las mismas necesidades que cualquier ser humano; la única diferencia es que no pecó. 

Jesús también es completamente Dios. 

Algunos quieren explicar al Cristo desde una perspectiva limitada a la capacidad humana y pecan al negar que Jesús es Dios. En el capítulo 2:9-10 Pablo afirma la deidad de Cristo con estas palabras: “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.”

Las palabras “toda la plenitud de la Deidad” dejan bastante clara la naturaleza divina de Dios. Mas Pablo describe su Deidad aún con más detalle en Colosenses 1:15-20:

 “El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.”

Esta descripción no deja lugar a duda. Cristo es la imagen misma del Dios invisible. Es también el creador de todas las cosas, en los cielos y en la tierra, y es también el que sustenta la creación. No solo ha creado todo, sino que hace que todo subsista. Cristo es además la cabeza de la iglesia, siendo Él el origen de la salvación y el medio por el cual somos salvos. En Él habita toda la plenitud, y por eso puede ser él el mediador, habiendo hecho la paz entre Dios y el hombre por medio de la sangre de su cruz. 
Es por esto que puede presentarnos, como dice el versículo 22, “santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;” No que nosotros seamos perfectos cuando recibimos el perdón de Cristo, sino que por medio de su redención, Él nos presentará en el día final santos, sin mancha e irreprensibles delante del trono. Es obra de Cristo, y no nuestra. 

Es una bendición poder confiar plenamente en Dios, pues el trino Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo nos ha dado la vida aquí en la Tierra y ha provisto la salvación eterna para sus hijos.
¿Quién es el Cristo? Las epistolas nos describen la deidad de Cristo de una manera espectacular. Si en algún momento te has preguntado o te han preguntado quién es Jesucristo, la carta a los Filipenses te lo describe de manera concisa y precisa y Colosenses también nos habla claramente de su deidad.  Jesús no fue tan solo un buen hombre que vivió hace unos dos mil años, que ayudaba a los necesitados y denunciaba las injusticias sociales, como algunos lo describirían. Si vamos a aceptar la figura de Jesús, la cual está científicamente probada, debemos aceptarlo como la Palabra de Dios lo presenta. Alguien ha dicho que si no aceptamos que Jesús murió en la cruz y resucitó al tercer día, como él mismo afirma, entonces no podemos considerarlo un buen hombre, porque sería un mentiroso engañador.  La Biblia presenta a Jesucristo como el Mesías, un título que significa “el ungido”. Como el Ungido de Dios, Jesús es la prometida simiente de Abraham que sería para bendición de todas las familias de la tierra. Las escrituras se refieren a él también como Hijo de Dios, hijo de Hombre, el Salvador, el Cristo, Emanuel (Dios con nosotros), o Logos (el Verbo).  Jesucristo es enteramente Dios y enteramente hombre. Por este motivo es el único que puede ser el Mediador entre Dios y los hombres. Cuando vivió en la Tierra, tuvo las mismas necesidades que cualquier ser humano; la única diferencia es que no pecó.  Jesús también es completamente Dios.  Algunos quieren explicar al Cristo desde una perspectiva limitada a la capacidad humana y pecan al negar que Jesús es Dios. En el capítulo 2:9-10 Pablo afirma la deidad de Cristo con estas palabras: “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.” Las palabras “toda la plenitud de la Deidad” dejan bastante clara la naturaleza divina de Dios. Mas Pablo describe su Deidad aún con más detalle en Colosenses 1:15-20:  “El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.” Esta descripción no deja lugar a duda. Cristo es la imagen misma del Dios invisible. Es también el creador de todas las cosas, en los cielos y en la tierra, y es también el que sustenta la creación. No solo ha creado todo, sino que hace que todo subsista. Cristo es además la cabeza de la iglesia, siendo Él el origen de la salvación y el medio por el cual somos salvos. En Él habita toda la plenitud, y por eso puede ser él el mediador, habiendo hecho la paz entre Dios y el hombre por medio de la sangre de su cruz.  Es por esto que puede presentarnos, como dice el versículo 22, “santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;” No que nosotros seamos perfectos cuando recibimos el perdón de Cristo, sino que por medio de su redención, Él nos presentará en el día final santos, sin mancha e irreprensibles delante del trono. Es obra de Cristo, y no nuestra.  Es una bendición poder confiar plenamente en Dios, pues el trino Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo nos ha dado la vida aquí en la Tierra y ha provisto la salvación eterna para sus hijos. read more read less

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