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2Reyes-086 Los profetas-Parte 2

2Reyes-086 Los profetas-Parte 2
May 9, 2023 · 10m 47s

La tarea del profeta era proclamar la Palabra de Dios. En el libro de los reyes podemos leer de los profetas que vivieron en el reino de Israel durante el...

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La tarea del profeta era proclamar la Palabra de Dios. En el libro de los reyes podemos leer de los profetas que vivieron en el reino de Israel durante el periodo de los reyes y hasta la caída de Israel.

Micaías era un profeta en los tiempos de Acab, como lo fue Elias. Este dio Palabra de Dios a Acab, y fue encarcelado por ello. Acab dio órdenes en cuanto a Micaías por haber anunciado su muerte.
“Así ha dicho el rey: Echad a éste en la cárcel, y mantenedle con pan de angustia y con agua de aflicción, hasta que yo vuelva en paz. Y dijo Micaías: Si llegas a volver en paz, Jehová no ha hablado por mí. En seguida dijo: Oíd, pueblos todos.” 1 Reyes 22:27-28

Leemos también en 2 Reyes 14 de Jonás, hijo de Amitai, profeta que fue de Gat-hefer, el cual predijo la restauración de los límites de Israel desde la entrada de Hamat hasta el mar del Arabá, conforme a la palabra de Jehová Dios de Israel.

En el libro de Reyes también leemos del gran profeta Eliseo, el que fue aprendiz de Elías y recibió doble porción del espíritu de Elías antes de su partida. Nos cuenta 1 Reyes 19 que Eliseo trabajaba arando la tierra. Elías vino adonde él estaba trabajando y compartió con Eliseo la llamada especial de Dios al ministerio de profeta de Israel. Eliseo lo entendió perfectamente. Enseguida puso su casa en orden y se preparó para ir con Elías y servirle a la vez que aprendía de él.

Pero vemos que en múltiples ocasiones, el pueblo de Dios no escucho las advertencias de los profetas, sino que siguieron en su camino de desobediencia.

Eliseo no fue miedoso al pedir ayuda de Dios. Pidió una doble porción del espíritu de Elías. Admiraba la obra de Elías, y quería ser como él, y servir al Señor y ser usado por El. Por eso pidió con valentía. Y vemos que Dios se lo concedió. En 2 de Reyes 2 leemos que cuando Eliseo vio a Elías ascender al cielo, recibió el don de profecía de este pero una doble porción.

En 2 Reyes 3 leemos que después de la muerte de Acab y de Ocozías, Joram, hijo de Acab llegó a ser rey de Israel. Este hizo alianza con Josafat, rey de Judá y con el rey de Edom, para ir contra el rey de Moab. Josafat, antes de salir a la batalla, al igual que había hecho anteriormente con Acab, pidió que se llamara a un profeta de Dios.

Vino Eliseo a verlos, pero habló directamente con Joram rey de Israel: “¿Qué tengo yo contigo? Ve a los profetas de tu padre, y a los profetas de tu madre.”

Eliseo no se cortaba a la hora de llamar la atención al rey de Israel.

Y Eliseo compartió la palabra de Dios diciendo: “Jehová entregará también a los moabitas en vuestras manos.” 2 Reyes 3:18
Y Dios les dio la victoria de manera milagrosa.

En el segundo libro de Reyes leemos de los milagros que realizó Dios a través de su siervo Eliseo. En el capítulo 4 ayudó a una viuda a cubrir sus deudas proveyendo aceite para llenar todas las vasijas que esta pudo juntar. Pidió por la familia sunamita que le dio lugar donde morar, de modo que esta y su esposo tuvieron un hijo, y cuando el hijo murió de lo que parecía ser una insolación, Eliseo le devolvió la vida, como había hecho Elías con el hijo de la viuda.

Alimentó Eliseo a los hijos de los profetas que habitaban en Gilgal, y cuando estos enfermaron a causa de lo que habían comido, ya que el criado de Eliseo había cocinado con setas silvestres sin saber que eran venenosas, Eliseo, con el poder de Dios, hizo que el potaje no trajera enfermedad ni muerte. Leemos en el mismo capítulo que Dios proveyó para estos pan, haciendo que veinte panes de primicias alcanzaran para cien profetas, y nos dice el texto que “lo puso delante de ellos, y comieron, y les sobró, conforme a la palabra de Dios.

Eliseo fue el que mandó a Naaman a zambullirse siete veces en el río Jordán para que fuera sanado de la lepra, en el capítulo 5, y el que hizo flotar el hacha prestada de uno de los hijos de los profetas en el capítulo 6.

Eliseo protegió al rey de Israel contra el rey de Siria, haciéndole saber lo que este planeaba contra él. Mas leemos que Ben-adab, rey de Siria, sitió la ciudad de Samaria, y la gente comenzaba a morir de hambre. El rey de Israel se enfadó en gran manera con Eliseo y mandó a buscarlo. Cuando el mensajero llegó, Eliseo lo estaba esperando. Le profetizó que al día siguiente, los precios de todos los alimentos estarían por los suelos, y todos podrían disfrutar de muchas provisiones. El siervo del rey respondió: “Si Jehová hiciese ahora ventanas en el cielo, ¿sería esto así?” 2 Reyes 7:2

El siervo del rey no creyó la palabra de Dios, y Eliseo le respondió “He aquí tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello.” Su falta de fe lo iba a privar de los beneficios que estaban por venir. Curiosamente, cuatro leprosos serían los primeros en descubrir que el campamento de los sirios estaba desierto. “Porque Jehová había hecho que en el campamento de los sirios se oyese estruendo de carros, ruido de caballos, y estrépito de gran ejército; y se dijeron unos a otros: He aquí, el rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los heteos y a los reyes de los egipcios, para que vengan contra nosotros.
Y así se levantaron y huyeron al anochecer, abandonando sus tiendas, sus caballos, sus asnos, y el campamento como estaba; y habían huido para salvar sus vidas.” (2 Reyes 7:6-7)

Los leprosos solo tuvieron que entrar y disfrutar de las bendiciones del Señor. Y cuando vieron todo lo que había, fueron a contarlo al pueblo. Y así, al día siguiente, como había dicho Eliseo, una medida de flor de harina fue vendida por un siclo, y dos de cebada por un siclo, conforme a la palabra de Jehová.” Mas nos narra el texto que el siervo del rey salió a la puerta, y el pueblo lo atropelló a la entrada, y murió, conforme a lo que había dicho el varón de Dios.”
Triste historia. Pudiendo haber disfrutado de las bendiciones que Dios prometió, este siervo eligió dudar la palabra de Dios.

Eliseo ungió a Jehú, hijo de Josafat para ser rey en Judá, como había hablado Dios a Elías antes partir. Durante el reinado de Joás, rey de Israel, enfermó Eliseo, y leemos en el capítulo 13 que el rey de Israel lloró por Eliseo; y murió Eliseo después de declararle a Joás que solo derrotaría a Siria tres veces por su falta de celo por Dios, y no los derrotaría del todo.

Antes de la caída de Samaria y el cautiverio de Israel, 2 Reyes 17: 13-14 nos recuerda que Dios fue fiel a Su pueblo y “amonestó a Israel y a Judá por medio de todos los profetas diciendo: Volveos de vuestros malos caminos, y guardad mis mandamientos y mis ordenanzas, conforme a todas las leyes que yo prescribí a vuestros padres, y que os he enviado por medio de mis siervos los profetas. Mas ellos no obedecieron, antes endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales no creyeron en Jehová su Dios.”

Así vemos que los profetas fielmente advirtieron a reyes y plebeyos, mirando por el bien del pueblo. Mas aquellos que no quisieron escuchar, no fueron obligados a hacerlo. Estos tuvieron que sufrir las consecuencias de sus pecados.

Nosotros tenemos también la tarea de proclamar la salvación de Dios a los que nos rodean. Como los profetas, no tenemos poder en nosotras mismas, pero el poder de la Palabra puede salvar a aquel que reconoce su camino erróneo y se vuelve a Dios. Seamos fieles en guiar a otros a la Palabra de Dios, la Biblia. Dios ha hablado, y nuestra meta debe ser que otros conozcan lo que Dios ha dicho en Su Palabra. Leamos la Biblia y compartamos el mensaje con fidelidad.
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Author David y Maribel
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