Llega a mi correo el testimonio de una mujer que como muchas, se sentía con una culpa, que le impedía acercarse a Misa o a la Iglesia. Una vida valiosa, pero con una auto-imagen de vida cristiana distorsionada.
Llega a mi correo el testimonio de una mujer que como muchas, se sentía con una culpa, que le impedía acercarse a Misa o a la Iglesia. Una vida valiosa, pero con una auto-imagen de vida cristiana distorsionada.
read more
read less