Fui a la final del futbol mexicano. Mi equipo jugaba contra su archirrival y perdimos. Pero aquel domingo fue toda una aventura, una aventura donde comprobé que la vida es una constante batalla entre encontrar la satisfacción en Jesús o en cisternas rotas.
Fui a la final del futbol mexicano. Mi equipo jugaba contra su archirrival y perdimos. Pero aquel domingo fue toda una aventura, una aventura donde comprobé que la vida es una constante batalla entre encontrar la satisfacción en Jesús o en cisternas rotas.
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