Hoy hablaremos de uno de los compositores más conocidos de la historia, el gran Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart, mejor conocido como Mozart.

Escucharemos su quinteto para clarinete en la mayor, K 581, también conocido como el Quinteto Stadler, quinteto en cuatro movimientos para clarinete, dos violines, viola y violonchelo terminado el 29 de septiembre de 1789.

La obra fue escrita para su amigo clarinetista francmasón Anton Stadler, pero encontró una audiencia inesperadamente amplia cuando apareció en el episodio final (1983) de la mítica serie de televisión M * A * S * H.

El clarinete es un instrumento derivado del chalumeau o salmoé, instrumento renacentista con un rango algo más bajo que el clarinete en si bemol que es el estándar contemporáneo, pero que no se inventó hasta principios del siglo XVIII. El instrumento encontró gradualmente un lugar en la orquesta, pero no ganó un papel como solista hasta que Mozart conoció a Stadler y puso el clarinete en el centro de atención.

El arte inigualable de Stadler inspiró dos de las mejores obras de Mozart de sus últimos años: el quinteto para clarinete y el concierto para clarinete. Hay varias similitudes entre estas dos obras: ambas están en tonalidad de La mayor y fueron escritos para el mismo solista, Stadler; ambas piezas están escritas para clarinete basset, que tiene un rango más bajo. Además, el primer tema del primer movimiento de cada pieza comienza con una tercera menor descendente.

Los dos segundos movimientos están en la misma tonalidad (Re mayor) y tienen caracteres similares y muchas oraciones similares, aunque tienen diferentes marcas de tempo. Hay una cita directa de dos compases en el segundo movimiento del Quinteto de la línea de clarinete en el segundo movimiento del Concierto.

El musicólogo Alfred Einstein señala que si bien el clarinete predomina como “primus inter pares" (primero entre iguales), no obstante, es "obra de música de cámara de la mejor clase" y los roles se distribuyen de manera más equitativa de lo que estarían en un quinteto más concertante.

Después de la muerte del compositor en 1791, los manuscritos de ambas obras quedaron bajo el cuidado de Stadler. Cuando la viuda de Mozart, Constanze, intentó recuperarlos, el clarinetista afirmó que se los habían robado durante una gira por Alemania; ella, por su parte, estaba convencida de que Stadler los había empeñado. Hasta el día de hoy los manuscritos permanecen perdidos.

Las versiones existentes se basan únicamente en las primeras copias y las primeras impresiones de la época de Mozart.