Contradicción.

No te quieres enamorar, me dices
mientras con delicadeza cruzas tus dedos entre los míos,
y me sostienes con fuerza.
No me quiero enamorar, te digo
mientras permito que te cobijes entre mi abrigo.

Me hablas de tus tantas otras aventuras,
de cómo eres cuando nadie te importa,
te escucho y te observo detenidamente,
mientras callo lo que ya es evidente.

Te habló de mi pasado, voy abriendo puertas sin darme cuenta,
me escuchas y comprendes, porque ahora soy diferente.
No nos vamos a lastimar, nos decimos internamente,
mientras vamos cayendo, y miramos como el tiempo se detiene.

No pretendo buscarte, llamarte, escribirte,
y entonces me llega uno de tus mensajes,
te respondo inmediatamente, te espero, me quedo.
Sé lo que puede costarme, y sin embargo no me detengo.

No quiero que pase nada más,
estoy bien así me dices, estoy bien así te digo,
repetimos en voz alta que no buscamos un amorío,
mientras nos vamos acercando lentamente,
hasta quedarnos en la espera de un beso aparente.

Nos apartamos, ninguna de las dos quiere dar el primer paso,
sin embargo ambas lo deseamos,
detienes el carro, me despido y te abrazo.
No me sueltas, no te suelto, pero no nos besamos.

Solo queda un poco de tensión entre el abrazo,
una sonrisa compartida, un suspiro largo.

No quiero que pase nada más me digo,
estoy segura que tu también dices lo mismo,
y sin embargo te estoy esperando,
y sin pensarlo me sigues buscando.

Autor: Airy Minor
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