Es siempre a mi mismo a quien condeno, pues sólo hay Uno de nosotros. Si comprendiéramos esto dejaríamos instantáneamente de condenarnos y atacarnos, pues reconoceríamos la falta de utilidad del ataque mismo.

Es siempre "yo" con quien me encuentro! Toda mi relación es con Dios pues Dios está en todo lo que veo y Dios es todo lo que es.

Recordar mi impecabilidad es lo que me mantiene en la cordura de la mente recta. Recordar mi inocencia es mi manto protector, es lo que me devuelve el poder y la fuerza que creí perder cuando creí convertirme en algo diferente de lo que Soy.

Seguimos siendo el santo Hijo De Dios Mismo! Somos Su alegría y Su felicidad! Nuestra sonrisa es la Suya, nuestro Amor es el de Él! Abandonemos hoy por fin y totalmente la loca idea de que necesitemos defendernos de lo que es lo mismo que nosotros!

Gracias, Padre, porque no podamos atacar lo que nos define, ni alterarlo mínimamente! Gracias, Amor, por nuestra perfecta impecabilidad!🙏