Lo hemos oído decenas de veces. El pasado no lo podemos cambiar, el futuro no sabemos cómo será.
El único momento en que podemos hacer algo es ahora.

Una cuestión previa es ¿cómo podría convertir este momento en una experiencia de sufrimiento?
¿Que hacer o dejar de hacer?
Algunas respuestas:
Desear algo que no tengo
Temer algo que pudiera ocurrir
Revivir todos los momentos de angustia pasados
Pensar que va a ocurrir algo malo
Empezar a quejarme por algo (quiero que las cosas sean de otro modo)
Comparar la situación con otra, que viví o imagino, compararme con los demás.
Pensar cosas negativas sobre mí, sobre la experiencia
Llenarme de ira, de envidia, de apego, etc.
Todo esto es la mente.
El sufrimiento ocurre a través de la mente.

Ahora bien, cómo hacer este momento valioso.
Anotación: este momento podría ser cualquiera, un momento de enfermedad, de pérdida de un ser querido, de malestar porque estás bajo los efectos secundarios de una quimioterapia, miedo e inseguridad porque no ves salida a tus problemas, etc. etc.
No hablamos sólo de un momento de meditación, de quietud o de introspección.

Así la valía de un momento no reside en lo que sucede. Es algo que hacemos. No sucede sólo. Requiere una respuesta activa.

Bien. Entonces. ¿Cómo hacer este momento valioso?
Sabiduría y Compasión.
Relacionarse con la experiencia con Sabiduría es: la naturaleza de la experiencia. No hay yo, es efímera, no es posible apoyarse en ella. Es lucidez, vacuidad. Sin nada en sí misma.
Compasión es crear y emanar energía positiva que alivie el dolor del mundo. La experiencia se transmuta en algo benéfico.