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Escrito por el maestro Samael Aun Weor
Narración por Parsifal Flores Aguila

https://www.facebook.com/audiolibrosgnosticos

Ha llegado la hora de hacer ciertos análisis en
relación con el hombre. Ciertamente y en nombre de la
verdad, la Antropología meramente materialista nada sabe
sobre lo que es el origen del hombre. Ya en pasadas cátedras
hicimos nosotros algunos análisis someros y ahora vamos a
ahondar algo más en esta cuestión.
Pensemos por un momento en los tiempos mesozoicos de
nuestro mundo, en la era de los reptiles. Entonces en
verdad existía el hombre. Claro, esto lo niega la
antropología materialista. En verdad que la antropología
meramente profana desconoce el origen real del ser humano.
Quiere la antropología materialista que el hombre no exista
antes de la era cuaternaria, se le niega la posibilidad de
haber existido durante el período Cenozoico, lo cual
resulta en el fondo manifiestamente absurdo.
Sin embargo hay cosas que lo dejan a uno pensando, y es
lo siguiente: por qué ciertas especies, como el Plesiosauro
y el Pterodáctilo, pudieron sobrevivir durante tanto tiempo
y al fin murieron, quedando hoy nada más que sus restos en
algunos museos. Sin embargo, el hombre, a pesar de que esas
especies fallecieron, de que se extinguieron sobre la faz de la
Tierra, todavía sigue existiendo. ¿Por qué se extinguieron las
especies del período Mesoceno, de la época mesozoica? Y
¿cómo es que los seres humanos no se hayan extinguido?
Tantas especies desaparecieron y los seres humanos continúan
vivos. ¿Cómo es eso? ¿Qué explicación podría dar la ciencia
materialista? No da ninguna.
Obviamente la especie humana debería haber desaparecido.
Si desaparecieron sus contemporáneos dé la época
cuaternaria y de la terciaria, pues también deberían haber
desaparecido los seres humanos de la faz de la Tierra, pero
continúan. Esto nos permite inferir la existencia del ser
humano mucho antes de la época cuaternaria, y aún
más, mucho antes de la época de los reptiles o de la edad
carbonífera.
Hay derecho a alegar la existencia de los seres humanos en
tiempos que están más allá del período Mesozoico. Tal
derecho nos lo confiere precisamente el hecho concreto,
repito, de que todas las especies de la época terciaria y
cuaternaria hayan desaparecido y que sin embargo, su
contemporáneo, el hombre, continúe todavía existiendo. Si
las otras especies desaparecieron, por inducción debemos
decir que al no haber desaparecido el animal intelectual
llamado hombre, tuvo que haber existido más allá de la época
mesozoica y de la época carbonífera. Lo están demostrando
los hechos. Y hechos son hechos y ante los hechos tenemos
nosotros que rendirnos.
Una cosa es terriblemente cierta. La Biblia nos habla por
ejemplo de serpientes voladoras y Job cita al Leviatán. El
Zohar afirma en forma enfática que la serpiente tentadora
del Edén era un camello volador. A propósito no está de
más recordar que en Alemania se encontró a una especie de
camello volador. Me refiero a restos fósiles que pudieron ser
perfectamente organizados por los antropólogos. Tiene un
tamaño de setenta y ocho pies, es gigantesco, un cuello largo,
muy largo, semejante al de los camellos, sin embargo está
provisto de alas membranosas. Cuando se observa el cuerpo
de aquellos restos óseos, se puede evidenciar que en verdad
se trata de una serpiente voladora, parecida al camello en
cuanto a su cuello largo.
¿Será tal vez el Leviatán? ¿Qué dirían a eso los
antropólogos? Obviamente ese saurio, o mejor dijéramos
Mesosaurio, es en el fondo únicamente el resto o lo que queda
de lo que fueron las serpientes voladoras de tiempos
arcaicos de nuestro mundo o Tierra. Concluimos diciendo
que el Mesosaurio tiene mas relación con el Ofidio que con
el Lacértido.
Escrito por el maestro Samael Aun Weor Narración por Parsifal Flores Aguila https://www.facebook.com/audiolibrosgnosticos Ha llegado la hora de hacer ciertos análisis en relación con el hombre. Ciertamente y en nombre de la verdad, la Antropología meramente materialista nada sabe sobre lo que es el origen del hombre. Ya en pasadas cátedras hicimos nosotros algunos análisis someros y ahora vamos a ahondar algo más en esta cuestión. Pensemos por un momento en los tiempos mesozoicos de nuestro mundo, en la era de los reptiles. Entonces en verdad existía el hombre. Claro, esto lo niega la antropología materialista. En verdad que la antropología meramente profana desconoce el origen real del ser humano. Quiere la antropología materialista que el hombre no exista antes de la era cuaternaria, se le niega la posibilidad de haber existido durante el período Cenozoico, lo cual resulta en el fondo manifiestamente absurdo. Sin embargo hay cosas que lo dejan a uno pensando, y es lo siguiente: por qué ciertas especies, como el Plesiosauro y el Pterodáctilo, pudieron sobrevivir durante tanto tiempo y al fin murieron, quedando hoy nada más que sus restos en algunos museos. Sin embargo, el hombre, a pesar de que esas especies fallecieron, de que se extinguieron sobre la faz de la Tierra, todavía sigue existiendo. ¿Por qué se extinguieron las especies del período Mesoceno, de la época mesozoica? Y ¿cómo es que los seres humanos no se hayan extinguido? Tantas especies desaparecieron y los seres humanos continúan vivos. ¿Cómo es eso? ¿Qué explicación podría dar la ciencia materialista? No da ninguna. Obviamente la especie humana debería haber desaparecido. Si desaparecieron sus contemporáneos dé la época cuaternaria y de la terciaria, pues también deberían haber desaparecido los seres humanos de la faz de la Tierra, pero continúan. Esto nos permite inferir la existencia del ser humano mucho antes de la época cuaternaria, y aún más, mucho antes de la época de los reptiles o de la edad carbonífera. Hay derecho a alegar la existencia de los seres humanos en tiempos que están más allá del período Mesozoico. Tal derecho nos lo confiere precisamente el hecho concreto, repito, de que todas las especies de la época terciaria y cuaternaria hayan desaparecido y que sin embargo, su contemporáneo, el hombre, continúe todavía existiendo. Si las otras especies desaparecieron, por inducción debemos decir que al no haber desaparecido el animal intelectual llamado hombre, tuvo que haber existido más allá de la época mesozoica y de la época carbonífera. Lo están demostrando los hechos. Y hechos son hechos y ante los hechos tenemos nosotros que rendirnos. Una cosa es terriblemente cierta. La Biblia nos habla por ejemplo de serpientes voladoras y Job cita al Leviatán. El Zohar afirma en forma enfática que la serpiente tentadora del Edén era un camello volador. A propósito no está de más recordar que en Alemania se encontró a una especie de camello volador. Me refiero a restos fósiles que pudieron ser perfectamente organizados por los antropólogos. Tiene un tamaño de setenta y ocho pies, es gigantesco, un cuello largo, muy largo, semejante al de los camellos, sin embargo está provisto de alas membranosas. Cuando se observa el cuerpo de aquellos restos óseos, se puede evidenciar que en verdad se trata de una serpiente voladora, parecida al camello en cuanto a su cuello largo. ¿Será tal vez el Leviatán? ¿Qué dirían a eso los antropólogos? Obviamente ese saurio, o mejor dijéramos Mesosaurio, es en el fondo únicamente el resto o lo que queda de lo que fueron las serpientes voladoras de tiempos arcaicos de nuestro mundo o Tierra. Concluimos diciendo que el Mesosaurio tiene mas relación con el Ofidio que con el Lacértido. read more read less

about 1 year ago #alma, #antropologia, #ayuda, #busismo, #ciencia, #espiritual, #existencia cambio, #gnosis, #humanidad, #ira, #meditacion, #meditar, #mente, #psicologia, #verdad, #vivir, #yoga