00:00
08:46
Escrito por el maestro Samael Aun Weor
Narración por Parsifal Flores Aguila

https://www.facebook.com/audiolibrosgnosticos


Han transcurrido muchísimos millones de años
evolucionando e involucionando lentamente desde la
noche aterradora del pasado y todavía el ser humano no
sabe quién es, ni de dónde es, ni hacia dónde va.
Un sopor de muchos siglos pesa sobre los antiguos
misterios y el Verbo aguarda en el fondo del arca, el
instante de ser realizado.
Tras de la tradición edénica hay desideratos cósmicos
terribles, y equivocaciones sagradas que espantan y
horrorizan. Los dioses también se equivocan.
Y hoy como ayer, estamos enfrentados ante nuestro
propio destino. Estamos ante el dilema del ser y del no
ser de la filosofía.
Mucho se ha hablado sobre la serpiente sagrada y hoy
vamos a hablar claramente sobre el órgano
Kundartiguador.
Dioses y Devas, Avataras y reyes divinos, han luchado
desde hace millones de años para acabar con las
consecuencias del órgano Kundartiguador.
Todos los esfuerzos de los profetas, Avataras y dioses
para acabar con el desastroso resultado del órgano
Kundartiguador han resultado inútiles.
Es necesario saber que el órgano Kundartiguador es el
fuego desarrollado negativamente; la serpiente bajando,
precipitándose desde el coxis, hasta los infiernos
atómicos del hombre.
El órgano Kundartiguador es la horrorosa cola de Satán
en el cuerpo de deseos de ese animal intelectual,
falsamente llamado hombre.
Lo que más duele, lo que más lastima al alma en esto es
saber que algunos individuos sagrados le dieron a la
humanidad el órgano Kundartiguador.
Dicen las viejas tradiciones que durante la época
lemúrica vinieron a la tierra ciertos individuos sagrados
en una astronave cósmica.
Esos individuos formaban una altísima comisión
sagrada encargada de estudiar los problemas evolutivos
e involutivos de la tierra y de la humanidad.
El arcángel Sakaki y el principal archifísico-químicocomún universal ángel Loisos, eran los dos individuos
principales de esta santa comisión divina.
Detrás de todo el drama del edén, está la sagrada
comisión de seres inefables. Ellos vinieron con cuerpo
de carne y hueso y su nave aterrizó en la Lemuria, por
aquella antigua edad comenzaba el instinto humano a
desarrollarse en razón objetiva.
La altísima comisión pudo evidenciar hasta la saciedad
que el hombre edénico ya empezaba a sospechar el
motivo por el cual fue creado.
La raza Lemúrica empezaba a adivinar los motivos de
su existencia, mísera existencia, motivos mecánicos.
Cada ser humano es una maquinita que capta y
transforma energías cósmicas que luego adapta
inconscientemente a las capas inferiores de la tierra.
Eso... maquinitas humanas... y nada más. ¿Qué sería del
mundo sin ésas maquinitas?
El mundo sin ese sello, sin esa fisonomía que le da la
humanidad, es algo sin motivo y lo que no tiene motivo
deja de existir.
La humanidad en su conjunto es un órgano de la
naturaleza, un órgano que recoge y asimila energías
cósmicas, necesarias para la marcha del organismo
planetario. Desgraciadamente no es muy agradable ser
máquina y eso es el llamado hombre... eso... sí, eso y
nada más.
Cuando algún rebelde se levanta en armas contra la
naturaleza, cuando quiere dejar de ser máquina, los
tenebrosos poderes lo combaten a muerte y raros son
aquellos humanos capaces de combatir a los tenebrosos,
a la naturaleza, al cosmos, etc. Y por lo común esos
rebeldes capitulan.
Muchos son los llamados y pocos los escogidos, solo
unos pocos logran vencer a la naturaleza y sentarse en
el trono del poder para gobernarla.
Los Lemures ya habían sospechado todo y con su
instinto comprendían que los seres humanos dejaban de
nacer cuando después de haber prestado sus servicios de
máquinas a la naturaleza, se hacían perversos.
Por doquiera y en todos los rincones de Lemuria se
sospechaba instintivamente toda esta tragedia que ya
quería asomarse a la razón objetiva.
La comisión sagrada después de examinar serenamente
este problema, resolvió tomar medidas cósmicas
drásticas para evitar la desilusión total del género
humano y hasta suicidios en masa.
Los grandes desideratos cósmicos están tras de Adán y Eva
Escrito por el maestro Samael Aun Weor Narración por Parsifal Flores Aguila https://www.facebook.com/audiolibrosgnosticos Han transcurrido muchísimos millones de años evolucionando e involucionando lentamente desde la noche aterradora del pasado y todavía el ser humano no sabe quién es, ni de dónde es, ni hacia dónde va. Un sopor de muchos siglos pesa sobre los antiguos misterios y el Verbo aguarda en el fondo del arca, el instante de ser realizado. Tras de la tradición edénica hay desideratos cósmicos terribles, y equivocaciones sagradas que espantan y horrorizan. Los dioses también se equivocan. Y hoy como ayer, estamos enfrentados ante nuestro propio destino. Estamos ante el dilema del ser y del no ser de la filosofía. Mucho se ha hablado sobre la serpiente sagrada y hoy vamos a hablar claramente sobre el órgano Kundartiguador. Dioses y Devas, Avataras y reyes divinos, han luchado desde hace millones de años para acabar con las consecuencias del órgano Kundartiguador. Todos los esfuerzos de los profetas, Avataras y dioses para acabar con el desastroso resultado del órgano Kundartiguador han resultado inútiles. Es necesario saber que el órgano Kundartiguador es el fuego desarrollado negativamente; la serpiente bajando, precipitándose desde el coxis, hasta los infiernos atómicos del hombre. El órgano Kundartiguador es la horrorosa cola de Satán en el cuerpo de deseos de ese animal intelectual, falsamente llamado hombre. Lo que más duele, lo que más lastima al alma en esto es saber que algunos individuos sagrados le dieron a la humanidad el órgano Kundartiguador. Dicen las viejas tradiciones que durante la época lemúrica vinieron a la tierra ciertos individuos sagrados en una astronave cósmica. Esos individuos formaban una altísima comisión sagrada encargada de estudiar los problemas evolutivos e involutivos de la tierra y de la humanidad. El arcángel Sakaki y el principal archifísico-químicocomún universal ángel Loisos, eran los dos individuos principales de esta santa comisión divina. Detrás de todo el drama del edén, está la sagrada comisión de seres inefables. Ellos vinieron con cuerpo de carne y hueso y su nave aterrizó en la Lemuria, por aquella antigua edad comenzaba el instinto humano a desarrollarse en razón objetiva. La altísima comisión pudo evidenciar hasta la saciedad que el hombre edénico ya empezaba a sospechar el motivo por el cual fue creado. La raza Lemúrica empezaba a adivinar los motivos de su existencia, mísera existencia, motivos mecánicos. Cada ser humano es una maquinita que capta y transforma energías cósmicas que luego adapta inconscientemente a las capas inferiores de la tierra. Eso... maquinitas humanas... y nada más. ¿Qué sería del mundo sin ésas maquinitas? El mundo sin ese sello, sin esa fisonomía que le da la humanidad, es algo sin motivo y lo que no tiene motivo deja de existir. La humanidad en su conjunto es un órgano de la naturaleza, un órgano que recoge y asimila energías cósmicas, necesarias para la marcha del organismo planetario. Desgraciadamente no es muy agradable ser máquina y eso es el llamado hombre... eso... sí, eso y nada más. Cuando algún rebelde se levanta en armas contra la naturaleza, cuando quiere dejar de ser máquina, los tenebrosos poderes lo combaten a muerte y raros son aquellos humanos capaces de combatir a los tenebrosos, a la naturaleza, al cosmos, etc. Y por lo común esos rebeldes capitulan. Muchos son los llamados y pocos los escogidos, solo unos pocos logran vencer a la naturaleza y sentarse en el trono del poder para gobernarla. Los Lemures ya habían sospechado todo y con su instinto comprendían que los seres humanos dejaban de nacer cuando después de haber prestado sus servicios de máquinas a la naturaleza, se hacían perversos. Por doquiera y en todos los rincones de Lemuria se sospechaba instintivamente toda esta tragedia que ya quería asomarse a la razón objetiva. La comisión sagrada después de examinar serenamente este problema, resolvió tomar medidas cósmicas drásticas para evitar la desilusión total del género humano y hasta suicidios en masa. Los grandes desideratos cósmicos están tras de Adán y Eva read more read less

about 1 year ago #alquimia, #audio, #audiolibro, #aun, #de, #energia, #esoterista, #gnosis, #gnosticismo, #gran, #la, #libro, #matrix, #meditacion, #rebelion, #salir, #samael, #sexual, #transmutacion, #weor