Es lamentable escuchar a una magistrada, en su condición de alto cargo de Unidas Podemos, achacar la rebaja de penas a un violador en aplicación de la ley del «solo sí es sí» a una lectura reaccionaria de la norma o una «interpretación voluntarista judicial contra el avance del feminismo».
Es lamentable escuchar a una magistrada, en su condición de alto cargo de Unidas Podemos, achacar la rebaja de penas a un violador en aplicación de la ley del «solo sí es sí» a una lectura reaccionaria de la norma o una «interpretación voluntarista judicial contra el avance del feminismo».
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