No hay nada más bonito que la primera vez, y si las primeras veces trajeran un manual, seguro nadie lo leería. Porque así funciona la vida, prueba-error y aún así, hay quienes siguen sin aprender.
No hay nada más bonito que la primera vez, y si las primeras veces trajeran un manual, seguro nadie lo leería. Porque así funciona la vida, prueba-error y aún así, hay quienes siguen sin aprender.
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