Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;
por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia,
prohibirán casarse(1 Timoteo 4:1-3)
En ese sentido, hemos visto como esta desviación de la ordenanza divina de que el hombre se case, ha traído como consecuencia, toda una barbarie de aberraciones sexuales en muchísimas naciones. Esto, es lo que ha incrementado en el mundo, ese espíritu maligno de pedofilia: Por la necesidad natural del hombre de una mujer. Esto también, es obra de la bestia.