Después de subirnos a una bicicleta no hay retorno. ¿Pero qué es lo que nos mueve a no dejar de pedalear, a querer sufrir en cada subida, a madrugar para salir a entrenar? En esta conversación con Liliana confirmamos que este deporte es de mente y... demente.
Después de subirnos a una bicicleta no hay retorno. ¿Pero qué es lo que nos mueve a no dejar de pedalear, a querer sufrir en cada subida, a madrugar para salir a entrenar? En esta conversación con Liliana confirmamos que este deporte es de mente y... demente.
read more
read less