Settings
Light Theme
Dark Theme
Podcast Cover

La audioguía de la Sevilla de La Peste

  • Sevilla contada: el Arrabal

    10 JAN 2018 · Sevilla contada es la audioguía que recorre la capital hispalense tal y como era en el siglo XVI. En www.larutadelapeste.com y de la mano de La Peste, la producción original de Movistar +, encuentra 11 de sus localizaciones y conoce la verdadera historia que rodea la serie. La Peste disponible completa bajo demanda el 12 de enero en Movistar Plus. AUDIOGUÍA CALLE PUREZA Y EL ARRABAL Estamos en Triana. Al otro lado del río. A éste lado del río. En el margen derecho del Guadalquivir. Esto es el corazón del barrio, del arrabal de entonces, en el viejo siglo XVI de La Peste, la producción original de Movistar +. El arrabal era la parte de la ciudad que crecía fuera de las murallas. Etimológicamente la palabra arrabal viene del árabe "ar-rabá" que significa “lo de fuera”. Eso no quiere decir, necesariamente, que esos asentamientos sean marginales o de escaso valor social. Fuera de los muros de las ciudades se organizaron gentes de vida acomodada, como los suburbios o las urbanizaciones de ahora mismo, y hasta gremios y oficios concretos, instituciones o centros de poder. Triana, era la única parroquia o collación fuera de los muros de Sevilla a principios del Siglo XVI, después aparecerían los portuarios, San Roque y San Bernardo. Estamos en la calle Pureza, irregular, angulosa y larga, la esencia de Triana, siglos de historia, memoria de la ciudad. Antes calle de Santa Ana, y Ancha de Santa Ana, y Larga de Santa Ana. Y calle Pureza cuando en el siglo XIX se nombró así en homenaje al dogma de la Inmaculada Concepción. En Sevilla, hasta bien entrado el siglo XIX, hubo zonas que después de la demolición de las viejas murallas fueron integradas en la ciudad. Y con ellas, algunas de sus edificaciones principales En la calle Pureza, por ejemplo, la Iglesia de Santa Ana, un soberbio edificio gótico, con rastro histórico que alcanza a 1276, tiempos del rey Alfonso X. Es el templo más antiguo de Sevilla. Con siete pares de pequeñas columnas rematadas con capiteles y arquivoltas, destaca su portada mudéjar, rehecha en el siglo XVI. La iglesia es un templo de tres naves que culminan en ábsides poligonales. Muy cerca, la Casa de las Columnas, ahora centro cívico, y en el siglo XVIII, Universidad de Mareantes, Sin abandonar la calle encontramos la Capilla de los Marineros, sede de la Hermandad de la Esperanza de Triana, tal vez una de las más populares de Sevilla. Fundada primero por el gremio de ceramistas se fusionó a la largo del siglo XVI con la de los pescadores. Y más tarde, con la de los mareantes. Triana, el barrio, siempre estuvo relacionado con las actividades fluviales y cerámicas. Rodrigo de Triana, el marinero de Colón, el primero en avistar tierra, vino de estas calles. Pero este espacio la capilla de los marineros, fue muchas cosas: Iglesia anglicana, teatro, almacén y hasta cabaret. Ya en los años 50 del siglo XX, la Hermandad decide instalarse de nuevo aquí. El templo se remodela en el siglo XXI. Pureza, Triana, el arrabal de Sevilla, del otro lado, barrio siempre de convivencia de creencias y costumbres, de moriscos y gitanos, de emigración e inmigración, de gente de mar y de tierra. Una manera de ser, un estilo y una relación con el resto de la ciudad manejada por un puente, el de barcas, el de Triana. Por esta calle, por estos barrios, se pierden Mateo y Valerio en La Peste, la producción original de Movistar +. Y por las callejas que la cruzan resuenan los secretos y misterios de la serie.
    4m 11s
  • Sevilla contada: el Cabildo, la Sala de los 24

    10 JAN 2018 · Sevilla contada es la audioguía que recorre la capital hispalense tal y como era en el siglo XVI. En www.larutadelapeste.com y de la mano de La Peste, la producción original de Movistar +, encuentra 11 de sus localizaciones y conoce la verdadera historia que rodea la serie. La Peste disponible completa bajo demanda el 12 de enero en Movistar Plus. AUDIOGUÍA EL CABILDO Y LA SALA DE LOS 24 Es el sonido del poder, del poder municipal: el Cabildo y sus representantes. El poder en la ciudad del desorden y del mal gobierno, como un anónimo había dejado escrito en uno de los muros de la ciudad. Porque en el siglo XVI, en los años de La Peste, la producción original de Movistar +, el desgobierno era tan importante que hizo intervenir al mismísimo rey para que la autoridad de Felipe II ordenara el poder en la ciudad. Sevilla demasiado importante en ese momento para que la Monarquía la descuidara. Antes de instalarse en este edificio, en el año 1543, el Cabildo, se reunía en el Corral de los Olmos. Pero el comercio y los negocios, las nuevas culturas, todo exigía un nuevo poder y una nueva sede para ese poder. Y fíjense, hasta ahora. En la época el cargo más importante era el Asistente, nombrado directamente por el rey, administrador general con una enorme influencia; por debajo de él, el Alguacil, el poder ejecutivo; y junto a ellos, los alcaldes mayores, encargados de trabajos judiciales y administrativos, y los alcaldes menores, ocupados sobre todo de los asuntos civiles. Con poder mucho menor estaban los Jurados, que venían desde los barrios o collaciones, y los Mayordomos y los Fieles Ejecutores, que se encargaban de gestionar y administrar. La Sala de los Veinticuatro o Sala Capitular era el espacio donde se reunían y decidían los principales regidores de la ciudad. Era el nuevo territorio y la nueva imagen del poder, centro neurálgico del gobierno de Sevilla. Una pieza extraordinaria de la arquitectura de la primera mitad del siglo XVI, traducción de las nuevas corrientes humanistas y del florecimiento económico y político que vivía la ciudad. La sala capitular está cubierta por una bóveda en carpanel muy rebajada con una retícula ortogonal, resuelta por cruceros verticales. En los casetones se esculpieron los treinta y seis monarcas castellanos y leoneses reinantes entre 866 y 1556. El material empleado en la construcción de la bóveda es piedra de Utrera o Morón. La decoración, con dorado y color, se completa con elementos decorativos vegetales de los casetones, en las ricas vestiduras de los reyes y las reinas, en sus cetros, coronas, galones, joyas, rosarios, cordones y espadas. Los cargos del Ayuntamiento eran muy preciados; la Corona los vendía, a 16.000 ducados las Alcaldías Mayores, las veinticuatrías a 8.500 y las juraderías, a 2.500. El Ayuntamiento ingresaba de las rentas por sus tierras y diferentes tipos de tributos existentes, sobre los barcos que cargaban en la ciudad, sobre las ventas de diversos productos. Pero, sobre todo, el Ayuntamiento era una red de poder y relaciones que se traducía en los negocios de toda la ciudad. En La Peste, el poder se asusta de la epidemia, pero mucho más por lo que puede dejar de ganar si se limita el comercio o la llegada de barcos, que por la vida de sus ciudadanos. Y en esa batalla de poder y de influencia, Zúñiga y Mateo, los protagonistas de la producción original de Movistar + tienen mucho que decir.
    3m 46s
  • Sevilla contada: el Castillo de San Jorge

    10 JAN 2018 · Sevilla contada es la audioguía que recorre la capital hispalense tal y como era en el siglo XVI. En www.larutadelapeste.com y de la mano de La Peste, la producción original de Movistar +, encuentra 11 de sus localizaciones y conoce la verdadera historia que rodea la serie. La Peste disponible completa bajo demanda el 12 de enero en Movistar Plus. AUDIOGUÍA CASTILLO DE SAN JORGE Dicen que todavía hoy, aquí al lado, en el Callejón de la Inquisición, se pueden oir los gritos de agonía y dolor de los torturados… Hay secretos, demasiados secretos. Demasiados misterios, silencio, vigilancia, control... Imaginen un edificio enorme. Un castillo almohade que supuso un duro puntal al que se enfrentaron los soldados de Fernando III cuando conquistaron la ciudad. Ganada la ciudad, ese castillo pasó a la orden de caballeros de San Jorge. Mucho más tarde la antigua fortaleza árabe se convirtió en la sede más importante de uno de los poderes claves en el siglo XVI: la Santa Inquisición. Si, es cierto, hubo al menos, dos espacios más en la ciudad destinados al mantenimiento de la ortodoxia de la fe, la Iglesia de la Magdalena y la de San Marcos, pero aquí, junto al río, protegido por una doble muralla, con sus cimientos anclados en el agua, rodeado de un amplio y profundo foso, torreones que defendían un sistema de compuertas, torres menores con puentes levadizos, almenas de defensa y vigilancia, y un puente de madera sobre barcas amarradas con gruesas cadenas de hierro, aquí... se levantaba imponente el Castillo de San Jorge, el epicentro de la Inquisición. Desde 1481, momento en que se instaló, hasta finales del siglo XVIII, la Inquisición adaptó, ocupó y dedicó la vieja fortaleza a sus usos fundamentales: la investigación, el secreto, la tortura...y el miedo. Por sus patios, salas y despachos se movían funcionarios, inquisidores, guardianes y verdugos. Por sus celdas, perseguidos y condenados, sospechosos de herejías y blasfemias. Era una ciudad en sí misma, con sus calles, casas, despachos, almacenes, y calabozos. La enorme extensión del edifico, la rotundidad de sus imbatidas y seguras murallas, su presencia atemorizadora, inaccesible, misteriosa, en las afueras de la Sevilla de entonces, todo convirtió al viejo castillo en una máquina perfecta de misterio y miedo, un símbolo del Santo Oficio. En el castillo había dos zonas perfectamente delimitadas: una abierta, pública, que daba paso a patios y corredores para llegar a la capilla; otra, la zona secreta. Ahí estaban los archivos, los despachos y la viviendas de los inquisidores, las salas de audiencias, las cárceles secretas y la cámara de tormento. Y en ellas, los detenidos y sus carceleros, abogados, médicos del tribunal y el verdugo… Todos los espacios estaban cerca unos de los otros, todos comunicados y controlados. Nadie podía ser visto ni oído desde el exterior. Y una vez que se entraba…. era muy difícil salir. Mucho. Sobre los restos del antiguo Castillo hoy podemos visitar su museo, el Centro Temático de la Tolerancia. Y quizá haya quien que se sorprenda al saber que también puede caminar entre los puestos del Mercado de Triana. El Castillo de San Jorge, una construcción que dio asilo al dolor, el miedo y la cruel vigilancia, y que La Peste, producción original de Movistar+, vuelve a poner, grandioso y solemne, ante nuestros ojos.
    3m 59s
  • Sevilla contada: el Hospital de las Cinco Llagas

    10 JAN 2018 · Sevilla contada es la audioguía que recorre la capital hispalense tal y como era en el siglo XVI. En www.larutadelapeste.com y de la mano de La Peste, la producción original de Movistar +, encuentra 11 de sus localizaciones y conoce la verdadera historia que rodea la serie. La Peste disponible completa bajo demanda el 12 de enero en Movistar Plus. AUDIOGUÍA HOSPITAL DE LAS CINCO LLAGAS Detrás de esas paredes de clasicismo exquisito, al otro lado de la elegancia en las líneas, del refinamiento arquitectónico, hay dolor. Este edificio es ahora el Parlamento de Andalucía. Restaurado y completado. Pero hasta no hace demasiado, exactamente hasta 1982, era un hospital, un enorme hospital que comenzó su función ¡hace casi quinientos años! El Hospital de las Cinco Llagas. Una construcción enorme que a finales del siglo XX quedó abandonada y expoliada pero que durante siglos constituyó en referente de la salud para la ciudad. Y en tiempos de La peste, la producción original de Movistar+, una de las claves de la supervivencia. En su estilo, era el hospital de más envergadura de su tiempo. Fue el hospital más grande de Europa durante doscientos años. Se basó en el de las fundaciones hospitalarias de los Reyes Católicos, aunque aproximándose más al modelo originario de los mismos, el del Hospital Mayor de Milán, obra de Filarete. La primera fundación es de 1500. Catalina de Ribera y su hijo Fadrique Enríquez de Ribera, nobles y adinerados, obtienen una bula pontificia para crear un hospital de caridad para mujeres en la calle Santiago, en lo que entonces era la parroquia de Santa Catalina. Quince camas tenía. Pero lo insalubre del emplazamiento obligó a un traslado, y ya en 1540 se levantó aquí, en el actual barrio de la Macarena. Dirigió las obras e ideó el proyecto el arquitecto Martín De Gainza. La planta es rectangular y se articula en torno a 10 patios. Se construyeron nueve; hoy se conservan ocho, los de la Farmacia, de San Carlos, del Recibimiento, del Alcohol, del Cobalto, del Cardenal, de la Fuente y de las Flores. El espacio interior se organizaba alrededor de esos patios. A través de amplias galerías y de numerosas ventanas llegaba el sol y la ventilación exterior para reforzar la salud de los enfermos. Concebido como un gran espacio con torres en las esquinas, sus fachadas se articulan en dos pisos mediante órdenes clásicas. La simetría de su planta, planificada alrededor de cuatro grandes patios, fue posteriormente alterada al situarse la iglesia, aislada, en el centro de uno de ellos. Arquitectónicamente, el elemento más característico del edificio es sin duda su iglesia, más alta que el resto del edificio, situada en el patio central, con planta de cruz latina y un amplio carácter renacentista. El Hospital se abrió en 1599. En la época de La Peste el hospital funcionaba como un centro fundamental para la salud de la ciudad, una gran labor asistencial, especialmente en épocas de inundaciones o epidemias. Estaba dotado de notables adelantos en su organización, cloacas o sistemas de ventilación natural. Pero cuando, en los años siguientes, la epidemia se extendió, el hospital tuvo que enfrentarse a una enorme crisis. Muchos de sus responsables murieron, entre ellos, el administrador, el secretario, varios de los curas del hospital, el barbero y los eclesiásticos que tenían que administrar los santos óleos a los fallecidos. Gracias a un importante trabajo de documentación y arte, los seguidores y seguidoras de La Peste, producción original de Movistar+, podrán adentrarse en un periodo apasionante de nuestra historia, donde la ciencia y la medicina tuvieron que hacer frente a la incultura, los prejuicios y la superstición.
    4m 2s
  • Sevilla contada: la Alameda de Hércules

    10 JAN 2018 · Sevilla contada es la audioguía que recorre la capital hispalense tal y como era en el siglo XVI. En www.larutadelapeste.com y de la mano de La Peste, la producción original de Movistar +, encuentra 11 de sus localizaciones y conoce la verdadera historia que rodea la serie. La Peste disponible completa bajo demanda el 12 de enero en Movistar Plus. AUDIOGUÍA LA ALAMEDA DE HÉRCULES Shhhhh, escucha: aquí, justo aquí, en el centro de este paseo, de esta Alameda... ...había un río. Era el antiguo cauce del Guadalquivir, que atravesaba la ciudad de norte a sur antes de que fuera desviado. En el siglo XVI, en el momento en el que se desarrolla La Peste, producción original de Movistar+, se construyó la Alameda de Hércules. Hasta entonces era un pantanal, lo que quedaba de los restos del desviado brazo menor del Guadalquivir. La zona se conocía como La Laguna. Se inundaba con facilidad en días de lluvia y recibía, además, las aguas residuales de los barrios cercanos. No era un dechado de salud la zona, precisamente, y los vecinos se quejaban constantemente. Aunque en esa época Sevilla estaba cercada por la muralla y había desarrollado varias infraestructuras de drenaje, la Alameda fue siempre una zona muy propensa a inundarse. Respecto al nivel del mar su disposición es muy baja y el río, siempre cerca, era una amenaza permanente. En momentos críticos, por ejemplo en el año 1649, cuando Sevilla estaba asolada por crisis y enfermedades, hay testimonios que describen una Alameda tan inundada que los barcos podían navegar por ella. Fue un aristócrata, el Conde de Barajas, quien en 1574 desarrolló un proyecto para este lugar, tras la visita a la ciudad de un gran amante de los paseos europeos: el rey Felipe II. Se drenó la zona, se plantaron árboles y se cimentaron fuentes convirtiéndose así en el paseo favorito de las clases elevadas, barrocas y renacentistas. Hay quien lo considera el jardín público más antiguo de España y hasta de Europa. Las dos grandes columnas, pórtico de entrada, sobre las que serpentean las ratas doradas de La peste, son las responsables de que Hércules dé nombre el paseo. Llegaron desde un viejo templo romano del siglo II dedicadas al héroe y emperador Julio César. Las dos columnas fueron trasladadas desde su primitivo emplazamiento en enormes cajas de madera que atravesaron la ciudad sobre rodetes. Fue un espectáculo urbano y popular. Las columnas están rematadas por dos estatuas, Hércules y Julio César, que representan al emperador Carlos I y su hijo Felipe II. Al otro extremo del paseo, dos columnas más, colocadas allí a finales del siglo XVIII. Para entonces el paseo ya era un amplio conjunto paisajístico adornado de cantidad de teatros, puestos y quioscos, con la más notable arquitectura decorativa de la época. Miles de álamos plantados a lo largo de los años y más fuentes y adornos. Un sitio clave para la ciudad durante siglos que, sin embargo, decayó después de la Guerra Civil. Su recuperación en los últimos años la ha convertido de nuevo en una imagen determinante de la Sevilla actual.
    3m 23s
  • Sevilla contada: la Real Casa de la Moneda

    10 JAN 2018 · Sevilla contada es la audioguía que recorre la capital hispalense tal y como era en el siglo XVI. En www.larutadelapeste.com y de la mano de La Peste, la producción original de Movistar +, encuentra 11 de sus localizaciones y conoce la verdadera historia que rodea la serie. La Peste disponible completa bajo demanda el 12 de enero en Movistar Plus. AUDIOGUÍA CASA DE LA MONEDA ¿El oro suena? ¿Y la plata? Los lingotes de uno y otra al chocar entre ellos, al ser golpeados por las picas en las minas del Nuevo Mundo, antes de ser transportadas por las Flotas de Indias hasta Sevilla, hasta este mismo edificio. Al ser fundidos. Al ser transformados en monedas... La Real Casa de la Moneda de Sevilla era el centro neurálgico donde se fundía el oro y la plata llegados de América y donde se acuñaban los marcos y doblones que sostuvieron la economía europea desde el siglo XVI. Detrás de la Torre del Oro, cerca de la Torre de la Plata, junto al postigo del carbón y con acceso directo al puerto en el Arenal. Aquí, en Sevilla. «Ceca» es una palabra árabe que significa moneda y troquel, y en nuestro caso, fábrica del dinero. La Ceca de Sevilla fue levantada sobre el solar y las ruinas donde antes se encontraba la ceca musulmana. Lo importante era que la fundición no se detuviera, que la ceca siguiera adelante. Para ello, llegaron a trabajar más de doscientos empleados al mismo tiempo, alimentando sin pausa los hornos. Y no paraba. A España llegaron enormes cantidades de metales preciosos procedentes de las colonias de América. Desde el 1500 hasta 1717 Sevilla tenía el monopolio exclusivo sobre las mercancías que venían del Nuevo Mundo. La cantidad de metales preciosos convertidos en monedas era tan grande que, en no pocas ocasiones, se generaron crisis por hiperinflación. La ceca estaba siempre en marcha. Además de los viejos maravedíes, aquí se han acuñado a rodillo y a martillo: reales de a cuarto, de a medio, de a uno, de a dos; de a cuatro, de a ocho; escudos, doblones. Los duros: el primer duro que se labra en Sevilla es el real de a 8 a nombre de los Reyes Católicos, con una tipología nacida de la Pragmática de Medina del Campo de 1497, que no permitía módulos superiores al real. Los módulos superiores llegarían en el reinado de los reyes Carlos y Felipe. Todos con sus escudos de armas y sus marcas imperiales. Este edificio, que ocupa una superficie irregular, triangular, estaba incrustado en las murallas de la ciudad para consolidar su seguridad. Justo en el siglo XVI fue reformado, y dos siglos después se le añadió la gran portada que conforma el acceso principal, obra de Sebastián Van der Borcht. Hubo que reformarla también por problemas de filtraciones y de soporte estructural como consecuencia del terremoto de Lisboa de 1755. Funcionó como fábrica de moneda hasta mediados del siglo XIX y gracias a la restauración de estos últimos años ha recuperado la forma y el aspecto que lucía en su época de esplendor. ¡Ay el dinero! Dinero que entonces se creía infinito... Infinito quizá en las manos de los banqueros europeos. Escuchad como suena...
    3m 34s
  • Sevilla contada: la imprenta de Cromberger

    10 JAN 2018 · Sevilla contada es la audioguía que recorre la capital hispalense tal y como era en el siglo XVI. En www.larutadelapeste.com y de la mano de La Peste, la producción original de Movistar +, encuentra 11 de sus localizaciones y conoce la verdadera historia que rodea la serie. La Peste disponible completa bajo demanda el 12 de enero en Movistar Plus. AUDIOGUÍA LA IMPRENTA Shhhhh, escucha… Es el sonido del saber. Plancha de tinta. Tipos de plomo. Fundiciones y punzones, grabados, grabadores. Papel. Letras, palabras, ideas, saber, libros. Libros. Una imprenta. Y un editor… ¿Es la imprenta de Germán? Mateo, el héroe de La Peste, producción original de Movistar+, trabajó en la imprenta de su amigo Germán Larrea. Sevilla, gran centro comercial y también aposento de una iglesia poderosa, era en el siglo XVI un imán para los impresores. Los primeros de los que se tiene noticia editaron en 1477 un Sacramental y varias bulas. Textos religiosos editados por españoles, aunque muy pronto llegaron especialistas italianos, polacos y alemanes. Como la imprenta de los Cromberger, una saga familiar de impresores de origen alemán, abierta por Jacobo y continuada tras su muerte por Brígida, su viuda. Ella, a pesar de llevar las riendas del negocio en una época de gran prosperidad, continuó firmando las ediciones con el nombre de su marido hasta que su hijo, Juan Cromberger, pudo hacerse cargo de la imprenta. Los Cromberger fueron arriesgados, se trajeron obras clásicas de Europa para imprimirlas en Sevilla, con tipos nuevos y en cursiva. Seis de cada nueve libros que se imprimían en la ciudad salían de sus prensas. Editaron los grandes éxitos de la época, entre ellos el célebre Amadís de Gaula. También fueron los encargados de hacer llegar la imprenta a la Colonia, a México. Y todo desde aquí, desde esta Sevilla. Sevilla era, en la primera mitad del siglo, el principal productor de libros del reino. Hubo ayudas reales y municipales, pero… … con los libros llegó el peligro para la ortodoxia. Porque hablar de imprentas en Sevilla es hablar también de su persecución. Es hablar de la Inquisición. La reforma protestante también tenía sus propios libros. Libros que el poder necesitaba controlar. Prohibir. Perseguir. Los Reyes Católicos se hicieron cargo de controlar el contenido de todo lo que se imprimía firmando el 8 de julio de 1502 un decreto reservando a la autoridad real el derecho de conceder las licencias de impresión. Éstas permitían o prohibían, según el decreto, “a los libreros, imprimidores y mercaderes y factores… imprimir de molde ningún libro de ninguna facultad o lectura, o obra que sea, pequeña o grande, en latín o en romance, sin que primeramente hayan para ello nuestra licencia y especial mandato, o de las personas que para ello nuestro poder hubieren”. Una de esas personas fue Mateo Nuñez, quien en su imprenta se manejó con alguno de esos libros prohibidos, como la Biblia del Oso, La cautividad babilónica de la Iglesia, Gramática hebrea de Alfonso de Zamora, De trinitatis erroribus libri septem/ per Michaelem Serueto. Ahora, todos esos libros están en la Biblioteca Nacional, recibidos y tratados como parte esencial de la historia y la cultura europea, sevillana. Esos libros que, impresos, nacieron en imprentas como ésta.
    3m 49s
  • Sevilla contada: las gradas de la Catedral

    10 JAN 2018 · Sevilla contada es la audioguía que recorre la capital hispalense tal y como era en el siglo XVI. En www.larutadelapeste.com y de la mano de La Peste, la producción original de Movistar +, encuentra 11 de sus localizaciones y conoce la verdadera historia que rodea la serie. La Peste disponible completa bajo demanda el 12 de enero en Movistar Plus. AUDIOGUÍA LAS GRADAS DE LA CATEDRAL Es el sonido de la compra y la venta, de los negocios que se hacían en estas gradas. Aquí se movían los tratantes y los usureros, los comerciantes de cualquier clase y producto, los mercaderes de esclavos. Y mientras, las autoridades eclesiásticas miraban para otro lado. Empezaron a preocuparse cuando el negocio se hizo tan grande y las gentes tan numerosas, que ya no se conformaban con hacer trapiches fuera de la Catedral, sino dentro, al otro lado de las puertas. Y si llovía, todos a cubierto, negociantes y clientes, aperos, animales de tiro y cabalgaduras. Por eso, entre otras cosas, las cadenas. Las columnas y las cadenas. Un total de 157 columnas enlazadas por cadenas. Allí empezaba el reino de dios y y acababa el del Ayuntamiento. Los ciudadanos podían hacer negocios, sí, pero también podían acogerse al derecho de asilo para protegerse de la justicia civil. El perímetro estaba controlado por alguaciles eclesiásticos que se paseaban para vigilar que nadie, nadie que no tuviera razón de hacerlo, cruzara los límites. En las gradas había hombres marcados a fuego. Esclavos con una “S” en la cara destinado a ser vendidos y comprados en estas escaleras. ¿Y cuánto pueden valer? Veámos, primero hay que mirar sus características: si es hombre, mujer, un niño, una adolescente... Si tiene defectos, marcas, fallas en los ojos o en las manos... Si le faltan dedos, o las orejas... Si tiene rastros de enfermedades, de fiebres o viruela. Si es berberisco o de más al sur... Si su piel clarea o es más bien oscura… Si se sospecha de sus costumbres morales - vamos, si parece un borracho, o una prostituta… - Todo eso hace que un esclavo valga más o menos Y además la oferta del día, es decir, en función del número de esclavos disponibles su precio era mayor o menor. De media unos 12.000 maravedíes. ¿Esclavos en Sevilla? Ahí estaban, a los pies de la catedral gótica con mayor superficie del mundo, la tercera más grande después de San Pedro en el Vaticano y San Pablo en Londres: la Catedral de Sevilla. Negocios, esclavos, cadenas… y muerte. Los primeros autos de fe se celebraron aquí, por algo era el espacio ciudadano más transitado del momento. ¿Se imaginan?
    2m 59s
  • Sevilla contada: la mancebía

    10 JAN 2018 · Sevilla contada es la audioguía que recorre la capital hispalense tal y como era en el siglo XVI. En www.larutadelapeste.com y de la mano de La Peste, la producción original de Movistar +, encuentra 11 de sus localizaciones y conoce la verdadera historia que rodea la serie. La Peste disponible completa bajo demanda el 12 de enero en Movistar Plus. AUDIOGUÍA MANCEBÍA Shhhhh, escucha, aquí, justo aquí, se levantaba uno de los muros que marcaba los límites... ...de La Mancebía… En el siglo XVI, en el momento en que se desarrolla La Peste, la producción original de Movistar+, el Compás de la Mancebía era el barrio de los de su estilo más nutrido y conocido de toda la Península. Y uno de los más vastos. Se extendía entre la Puerta del Arenal y la de Triana, la muralla y la tapia que la separaba del resto de la ciudad. El conjunto estaba muy cercano al puerto y sus trajines. Muchos clientes para las prostitutas que trabajaban en sus espacios. Pero también al río, cuyas aguas a veces, lo inundaban. Tenía sus puertas, al menos dos. El postigo que comunicaba con El Arenal y otra más, la del Golpe, cada cual con su portero, el guardacoimas o guardapostigo. Era, en teoría, el único lugar donde se podía ejercer la prostitución. Un supuesto espacio de tolerancia, pero también de segregación, de marginación de aquellas mujeres. Dentro estaban las casas de mancebía, espacios mínimos, endebles, mal ventilados, la mayoría propiedad del ayuntamiento, de hospitales o de instituciones religiosas, a los que había que pagar las rentas. Hasta el Cabildo de la Catedral llegó a tener propiedades en la zona. La Mancebía tenía sus propias Ordenanzas y una Comisión Municipal de control, con el objetivo de que las mujeres que ejercían la prostitución no lo hicieran por toda la ciudad. La Comisión municipal estaba formado por dos caballeros veinticuatro, que eran los concejales de la época, y por un jurado, una especie de policía. La Comisión se reunía para decidir sobre las peticiones de los propietarios de las casas, de los informes de los cirujanos o las solicitudes de los Padres. ¿Y quiénes eran los llamados Padres de la Mancebía? Los administradores de las casas, a quienes las autoridades exigían el pago de rentas y alquileres. También los encargados de que éstas tuvieran la licencia otorgada por el municipio y de que las mujeres que allí ejercían estuviesen sanas. Habrá, a mediados del siglo XVII, controles sanitarios, rutinarios y burocráticos, realizados por cirujanos contratados por el Ayuntamiento. Hacía falta un juez que otorgara el permiso oficial. Delante de él, la mujer debía probar que había cumplido ya los doce años, que había sido abandonada por su familia, que era huérfana o de padres desconocidos; y que había perdido la virginidad. Pese a ese control, muchas mujeres se arriesgaban a salir de los confines de la Mancebía y ejercer en zonas más o menos relajadas de vigilancia, desde el Callejón de Agua, junto al Alcázar, hasta las hoyas de Triana. Los datos históricos aseguran que las rameras solían ganar hasta 5 ducados diarios, pero si eran feas, ajadas y con defectos - las llamadas rabizas - ganaban 60 cuartos. Había tantas que su número sorprendía a cuantos viajeros visitaban Sevilla. Los cronistas manejan cifras que rondan las 3.000 mujeres en toda la ciudad, otros hablan de que serían alrededor de un centenar las que ejercían dentro de La Mancebía. Hubo muchos intentos de liquidar la mancebía o, al menos de trasladarla. Pero no se pudo lograr hasta entrado el siglo XVIII.
    3m 53s
  • Sevilla contada: la casa de Monardes de la calle Sierpes

    10 JAN 2018 · Sevilla contada es la audioguía que recorre la capital hispalense tal y como era en el siglo XVI. En www.larutadelapeste.com y de la mano de La Peste, la producción original de Movistar +, encuentra 11 de sus localizaciones y conoce la verdadera historia que rodea la serie. La Peste disponible completa bajo demanda el 12 de enero en Movistar Plus. AUDIOGUÍA CASA MONARDES Aquí, justo aquí, estaba el jardín del médico Monardes. Ahí crecía el guayabo y el tabaco, y el cardo santo, ¿Se pueden oler? Mmmmm, todas esas plantas y tantas otras plantas la jalapa, el sasabrás…, llegadas del otro lado del océano, en las flotas del Nuevo Mundo. Nicolás Monardes era médico y, sobre todo, investigador y curioso. Sevillano de 1493, estudiante en Alcalá y después aquí, en esta casa, galeno para los ciudadanos de Sevilla, plebeyos y nobles, como el arzobispo de Sevilla o la duquesa de Béjar que le tenían como su médico personal. Este jardín que aquí existía y la residencia que le acogía fueron levantados gracias a la fortuna obtenida por la atención comercial de Nicolás Monardes a los productos que llegaban de las Indias. Plantas, desde luego, pero también esclavos, con los que se enriqueció. Nicolás Monardes construyó aquí un centro de investigaciones, como naturalista, botánico, humanista. Aquí cuidó el jardín de plantas medicinales que le hizo famoso en la ciudad, en la península y en el mundo entero. Aprendió, cultivándolos, todo lo posible del copal o del ricino, del guayacán, del ruibarbo, de la piña o del cacahuete, semillas y productos llegados al puerto y a las grandes atarazanas donde era tan conocido como en los hospitales en los que ejercía su saber. Y este jardín, desde el que Monardes se convirtió en el gran precursor de la farmacopea, fue espejo y referencia para muchos otros que, a su sombra, se levantaron después en el Continente. Fue un científico, un adelantado a su tiempo, con hambre permanente de saber y experiencias, en crisis con los poderes y las jerarquías eclesiásticas que ponían en duda su ciencia pero se aprovechaban de ella. Hizo autopsias, perseguidas por la ley o investigó en la fluorescencia, saberes y prácticas ajenas a sus tiempos. Y todo eso quedó fijado para la imprenta en su obra más famosa, la Historia Medicinal de las cosas que se traen de nuestras Indias Occidentales, que sirven en medicina , o Noticias jubilosas procedentes del Nuevo Mundo encontrado publicado en 1565. La obra fue traducida y estudiada por toda Europa. Monardes fue un precursor de la medicina tropical. Y esa obra no fue la única: el Libro que trata de la nieve y sus propiedades, publicado en 1571, por ejemplo, es otro ejemplo. ¡Nieve en Sevilla! Longevo, como muy pocos entonces, Nicolás Monardes, vivió hasta 1588, es decir 95 años. Al final de su vida, viudo y arruinado, profesó como sacerdote. En La Peste, la serie de Movistar, Nicolás Monardes es un aliado de Mateo, un científico que, desde su jardín y su saber, se enfrenta a los misterios que en la época asolaban Sevilla.
    3m 17s

Sevilla contada es la audioguía que recorre la capital hispalense tal y como era en el siglo XVI. En www.larutadelapeste.com y de la mano de La Peste, la producción original...

show more
Sevilla contada es la audioguía que recorre la capital hispalense tal y como era en el siglo XVI. En www.larutadelapeste.com y de la mano de La Peste, la producción original de Movistar +, encuentra 11 de sus localizaciones y conoce la verdadera historia que rodea la serie.

La Peste disponible completa bajo demanda el 12 de enero en Movistar Plus.
show less
Information
Author Movistar Plus+
Categories TV & Film
Website -
Email -

Looks like you don't have any active episode

Browse Spreaker Catalogue to discover great new content

Current

Looks like you don't have any episodes in your queue

Browse Spreaker Catalogue to discover great new content

Next Up

Episode Cover Episode Cover

It's so quiet here...

Time to discover new episodes!

Discover
Your Library
Search