UN AÑO QUE SE FUE (a mis nietos Martínez-Solís) Un año que se va. Cuánta tortura Dejó en el campo de las cosas buenas; Florecieron los prados amarguras Y perdieron blancor las azucenas. Un año que se va. Tras la ventura Atados por el tiempo a sus cadenas; Buscamos con fervor dicha futura, Y el año nuevo nos dará sus penas. Los años que se van; vana alegría, Son albergue de angustias y dolores Que dejamos callados… Cada día Apuramos ingentes sinsabores, El año que se fue, sólo decía, Ya en el jardín de la ilusión no hay flores. José Solís-Moncada Ibagué, Enero 1 de 1963 Ecos de mi vida, Pág: 76

MI MADRE Mi madre era un poema de amor y de alegría, donde aprendí las cosas más sabias de la vida; me daban sus palabras, ternura y ambrosía, decíame en el camino su cántica sentida. Mi madre era horizonte, y así me complacía mostrándome el oriente, do su alma estremecía giraba entre esplendores de amor, y sonreía buscando en sus plegarias la tierra prometida. Recuerdo sus miradas, llenas de venturanza, recuerdo sus palabras, castillos de consejos; pero la muerte artera clavó en mi alma su lanza. Y en una caja negra se la llevó muy lejos… Me queda se recuerdo cual rayo de esperanza que alumbra mis senderos con todos sus reflejos. José Solís-Moncada (Medellín, Mayo 5 de 1948) ♫Guitarra flamenca: Dennis Koster ♫Interpreta «Lamentos».

LA CASA DE MI INFANCIA Recuerdo que mi casa tenía un jardín florido, árboles en redor, ganado en los potreros, algunas fuentes claras que daban su sonido entre naranjos dulces y algunos limoneros… Evoco esos recuerdos y me hallo conmovido; al lado de mi madre cruzaba esos senderos, y ante sus ausencia eterna quedeme dolorido en una noche oscura sin luna y sin luceros. De tan lejana infancia ha llegado la tarde cuando del viaje entre las venas arde el devorante fuego de ruinas, desengaños; y éste árbol de la vida ya viejo se deshoja como si fuera un roble donde el rocío moja las huellas del recuerdo donde se ven los años. ►José Solís-Moncada ♫Guitarra flamenca: Dennis Koster ♫Interpreta «Granadinas».

♫Soneto de mi Abuelo José Solís ♫a mi Abuela Carlota Escobar. SUS OJOS Dos pedazos de ébano incrustados en la imagen ebúrnea y sonrosada, por el mismo Jehová allí colocados, se parecen los ojos de mi amada. Dos pedazos de noche que me ofrecen fulgores de esperanza y de alborada… Dos lagos apacible, do aparece la riente castidad de la mirada. En ellos bebo la alegría que mi alma necesita en el yermo de la vida para cruzarlo con serena calma… Son dos faros en noche entristecida, do brillan las ternuras de su alma que iluminan mi senda aridecida. (Betulia, 29 de julio de 1916) ♫Guitarra flamenca: Dennis Koster ♫Interpreta «Danza Mora».

UN DESEO IMPOSIBLE (José Solís-Moncada) Yo quisiera tener en mi camino la luz del Sol y de la Luna llena, una casa con aire campesino donde no sienta ni dolor ni pena. Una casita alegre, que el destino me la ofreciera como agreste antena que recoja las ondas de mi sino mientras miro el blancor de la azucena. Los rosales, las aves en su nido, el imperio del toro en su mugido cuando imponente la vacada cuida; y yo en la placidez de mi montaña, vivir como un asceta en mi cabaña esperando el eclipse de mi vida.

MI TESTAMENTO Les dejo a mis amigas el dolor de mis penas Las luces del crepúsculo en un atardecer; La belleza del mar con sus olas y arenas, Y el sol en las auroras de un bello amanecer. Les dejo colibríes, magnolias y azucenas En un jardín luciente que empieza a florecer; El orden y el trabajo que existe en las colmenas, La luna y las estrellas en un anochecer. En fin, les dejo todo lo que natura encierra, Que salió de las manos del Hacedor Divino, Los ríos, las montañas, los valles de la tierra, Los volcanes enhiestos de voz estremecida, La fatiga, el cansancio que he hallado en el camino, Donde gasté el tesoro sagrado de mi vida. (José Solís-Moncada) Fondo musical, Guitarra con Segovia, interpretando “Sarabande”

Buenas noches amor Buenas noches amor de mis amores, acepta como ofrenda mis estrofas; que se desprenden como tristes flores del helado pénsil de mis congojas. Por el mismo camino que hace días me brindaba dolor y desconsuelo… He venido a buscar mis alegrías, aquí donde florecen mis anhelos. En las fuentes serenas de tu alma quiero librar como antes mi contento: porque sé que al mirarte tengo calma y se muere mi hondo sufrimiento. Restaña las heridas del viajero, y amortigua terríficos dolores… Tú, la única luz de mi sendero, y la dueña de todos mis amores. (José Solís-Moncada) Salgar, Diciembre 1916

AMBICIÓN — 1944 (José Solís-Moncada) Tener mi casa buena. Mi biblioteca amada, tranquila la conciencia y el más ingenuo amor; un lago, espejo claro de toda la vacada, un corcel alazano y un perro cazador. Tener el alma sana. Un bosque en la llanada, con un riachuelo limpio y asaz murmurados; grande ambición la mía que ya no creo en nada, pues me ha engañado el mundo brindándome dolor. Y sin embargo sueño con muchas cosas buenas para ofrecerle al hombre también a manos llenas, con la amistad sincera de un noble corazón; calmarle sus miserias, decirle en su quebranto, hay muchos seres malos que te procuran llanto, son vidas que vegetan y no tienen razón…

Nuestro Abuelo José Solís-Moncada (1892-1981) de cuatro plumazos resuelve las «DUDAS» de nuestro bisabuelo Arcesio Escobar-Torres, con su soneto clásico que reemplaza todas las oraciones del mundo: ¿DÓNDE ESTÁ DIOS? Dios está en la llanura y en el río, En la luz matutina y vesperal, En la gotita clara del rocío, Y en el suave frescor del manantial. Está en la cordillera, en el plantío, En el sol, el océano y el rosal, En la noche estelar, en el bohío, Y en la ingente ternura maternal. Y se haya en la divina eucaristía, En los fulgores trémulos del día, Y en el plumaje y canto del turpial. En el calvario de la cruz prendido, En la voz de los santos, en el nido, Y en la gravitación universal...